Iba en una misión de seis meses, pero su estancia se ha alargado para estudiar los efectos de la microgravedad en el cuerpo humano.
Christina Koch se ha convertido, oficialmente, en la mujer que más tiempo ha permanecido en el espacio, con 289 días consecutivos y desbanca, de esa manera, a su compatriota Peggy Whitson, quien estuvo 288 días en órbita.
Koch, ingeniera de vuelo de la Expedición 61 de la NASA y de 40 años, se ha mostrado pletórica por su récord en una entrevista que cita Space realizada el pasado jueves (días antes de superar la marca de Whitson). “Tener la oportunidad de estar aquí por tanto tiempo es realmente un honor”, señalaba Koch, que se ha mostrado muy agradecida a Peggy Whitson, su heroína y mentora.
Koch salió de la Tierra el 14 de marzo rumbo a la Estación Espacial Internacional (IIS) y en octubre protagonizó, junto a su compañera Jessica Meir, la primera caminata espacial femenina. Su misión, en un principio, iba a durar solo seis meses, pero su estancia fue ampliada por la NASA, con el objetivo de recopilar más datos sobre los efectos de los vuelos espaciales de larga duración. Ahora está planeado que vuelva a nuestro planeta el 6 de febrero de 2020.
328 días
Si su regreso a la Tierra se mantiene según lo programado, Koch pasará 328 días en el espacio, a solo 12 días del vuelo espacial más largo de un astronauta de la NASA, 340 días, establecido por Scott Kelly en 2015. Lejos, no obstante, del récord total de permanencia de un astronauta en el espacio, que fue establecido en 1995 por el ruso Valery Polyakov, con 438 días consecutivos.
Aunque Koch acaba de superar el récord de días consecutivos en órbita para una mujer, Whitson conserva la marca del mayor tiempo acumulado en el espacio por un astronauta estadounidense y por una mujer, con 665 días registrados en tres misiones. A nivel global, el ruso Gennady Ivanovich Padalka es el humano que más tiempo ha pasado en el espacio, con casi 878 días.
“Es algo maravilloso para la ciencia. Vemos cómo el cuerpo humano está afectado por la microgravedad a largo plazo, y eso es algo realmente importante para el avance de nuestras futuras misiones a la Luna y Marte”, ha indicado Koch.
Además de cumplir con los objetivos científicos de la NASA, Koch ha reconocido que siente que hitos como el suyo son inspiradores y ayudan a aumentar el sentimiento de superación. “En esos días difíciles, pienso ‘¿sabes?, esto no se ha hecho antes, es normal que sea que sea difícil'”, ha concluido.