Croacia se incorpora hoy a la Unión Europea como miembro número 28 y con plenos derechos.
El presidente del Parlamento Europeo, Martin Schulz, reconoció en un comunicado: “la recesión golpea duro a Croacia y a muchos otros países europeos. La pertenencia a la UE no supondrá una solución mágica a la crisis, pero ayudará a sacar a mucha gente de la pobreza y a modernizar la economía”.
“Hay que destacar el poder transformador de este proceso de adhesión. Ya desde que Croacia pidió ingresar en la UE, en 2003, el país ha cambiado por completo”, destacó un portavoz de la Comisión Europea. Sin embargo, reconoció que hay mucho por hacer en la lucha contra la corrupción y la mejora del Estado de derecho croata.
La llegada de Croacia ha servido para romper un tabú en las instituciones comunitarias: el de que algunos de los últimos procesos se hicieron demasiado rápido y sin todas las garantías. “Croacia está más preparada que ningún país antes, porque después de ampliaciones anteriores se dijo que nunca más se volvería a hacer así. Esos países no estaban listos para entrar en 2007”, admitió Doris Pack, eurodiputada alemana del Partido Popular.
Tanja Fajon, parlamentaria eslovena del grupo de los socialdemócratas, explicó con franqueza: “Bulgaria es un buen ejemplo. Ya hemos visto las dificultades de las ampliaciones que se adoptaron por motivos políticos; Rumanía y Bulgaria no estaban bien preparadas. Ahora somos mucho más cuidadosos”. Las negociaciones para el ingreso de esos dos países fueron muy rápidas, teniendo en cuenta que se trataba de territorios con unos estándares muy alejados de lo que era entonces la media comunitaria.
Sobre Croacia, Tajon se mostró entusiasta, un signo más de la reconciliación europea, pues Eslovenia y Croacia mantuvieron hasta hace unos meses un conflicto de fronteras. La integración de Croacia hace pensar que próximamente el otro país en formar parte de la UE pueda ser Serbia. Además de hablar de crecimiento y empleo, los líderes europeos acordaron el pasado viernes iniciar en enero de 2014 las conversaciones formales para la entrada de dicho país.
Por su parte, los dirigentes alemanes “han intentado maniobras dilatorias para el inicio de las conversaciones con Serbia”, según indican fuentes diplomáticas. “Algunos piensan que el ritmo es precipitado”, confirmaron las mismas esas fuentes.
Hace dos semanas, Alemania puso un freno al diálogo con Turquía y finalmente logró retrasar las negociaciones al menos por cuatro meses, hasta después de las elecciones en Berlín.