A partir de ahora, los restaurantes de Los Angeles tendrán prohibido servirlas de forma automática sin que el cliente las haya pedido antes. San Francisco, Seattle y Malibú también han regulado su uso.
El que haya comido con regularidad en un restaurante americano promedio se habrá topado una y otra vez con la misma escena: un camarero o camarera cargado con vasos de agua para la mesa y todos con su respectiva pajita de plástico. Así, sin preguntar. A partir de este martes en Los Angeles, lo de las pajitas por defecto está prohibido.
La normativa llega después de que el gobernador de California, Gavin Newsom, firmara en noviembre una ley para reducir de forma drástica el consumo de pajas de plástico en restaurantes, un movimiento pionero en Estados Unidos y en línea con el espíritu ecológico del Estado Dorado.
La medida aprobada por Los Angeles va un poco más allá puesto que incluye a las cadenas de comida rápida. A partir de ahora solo podrán dar una pajita de plástico a los clientes si estos lo solicitan de forma expresa. De momento, Malibú y San Francisco son las dos únicas localidades en California que han dado el paso de prohibir su uso por completo. Fuera del estado, Seattle y Washington D.C. también se han sumado a la medida.
Nueva York y Hawaii están trabajando en normativas para prohibirlas a nivel estatal pero todavía no es oficial.
UN 4% DE LA BASURA PLÁSTICA MUNDIAL
El objetivo es luchar contra uno de los elementos más contaminantes en el hacer diario de los estadounidenses. Aquí, cada día se tiran a la basura 500 millones de pajitas, según un informe de Lonely Whale Campaign, un residuo que ya supone el 4% de la basura plástica a nivel mundial. El agravante es que pueden tardar en descomponerse hasta mil años.
En California en particular, representaron el sexto elemento más común entre los residuos hallados en las costas entre 1998 y 2006, por detrás de cigarrillos, paquetes de comida, tapas, bolsas y utensilios de plástico, de acuerdo a un informe municipal.
Las multas para los restaurantes que incumplan la medida no serán elevadas, eso sí. Cada establecimiento que no la respete será sancionado con 25 dólares y hasta un total de 300 dólares al año. De acuerdo al concejal Mitch O’Farrell, ya son muchos los establecimientos que han comenzado a adaptarse a la corriente que impera. “Locales por toda la ciudad están optando por alternativas biodegradables mientras que muchos angelinos están usando pajitas reusables”.
La medida es la continuación a una normativa aprobada en abril del año pasado que limitaba el uso de las pajitas de plástico en establecimientos con más de 26 empleados. Ahora, afecta a todo el gremio.
Es un paso más dentro de un movimiento en fase ascendente. El año pasado, una joven de 16 años logró convencer a Alaska Airlines de que dejara de usar productos contaminantes para el océano como pajitas y palitos de plástico para bebidas. Solo en 2017, la compañía admitió haber usado 22 millones de unidades.
La cadena de cafeterías Starbucks ya ha anunciado que dejará de usar pajitas antes de 2020 y McDonald’s se ha sumado a la medida en sus restaurantes del Reino Unido e Irlanda. Encontrarlas en Vancouver, Escocia y Taiwan también se volverá complicado a partir de ahora.