Esta mañana en la 99.9, Erico Dagatti, a 10 años de la muerte de su hijo Pablo, habló sobre la lucha que se debe continuar para que las cosas cambien en la ciudad y el país. “El gobierno de turno tiene que tomar la decisión política para que esto cambie”, señaló. Y agregó que “no hay una persona en Mar del Plata o en todo el país que se ponga al frente de esto. Es muy triste”.
Hoy se cumplen 10 años de la muerte de Pablo Dagatti. Sin embargo, después de tanto tiempo todavía se sufren los mismos problemas y hasta con mayor cantidad de casos.
Esta mañana, desde España y a través de la 99.9, habló el padre de la víctima, Erico Dagatti, quien creó la ONG de Familiares y Víctimas del Delito. “En esta fecha quiero agradecer a todos los que se hicieron cargo de la ONG. Estos días no son fáciles y gracias a todos ellos podemos seguir adelante”.
Más allá del crimen y de los culpables, una vez más recordó que la Justicia también forma parte del problema: “el Dr. Salas es el responsable de la muerte de Pablo, y el culpable es Morales. Fue la persona que participó para dejarlo libre y permitir que mate a mi hijo. Esto se lo dije personalmente. Es una rueda, porque los menores pasan a ser mayores en algún momento y siguen delinquiendo y matando”.
Estas cosas se vienen reclamando hace mucho tiempo, pero las respuestas siguen ausentes y la situación se agrava. “Lo que pedimos siempre desde la ONG fue una contención para los que no tienen delitos graves, y una detención para los que matan. Se entiende que haya falta de educación, los medios de vida, los padres, la familia, lo entiendo todo. Pero la gente sigue sufriendo por eso. Cuando se mata a alguien, se mata a la familia y a todo el entorno”, sentenció Dagatti.
Si la política y la Justicia siguen este camino, todo lleva a pensar que no habrá salida: “de esta manera, se agravará la situación, si no hay lugares donde poner a los delincuentes o donde juzgarlos, pretendiendo que siempre son inocentes o inimputables. Son personas que no pueden estar en el medio de la sociedad, nosotros tenemos derechos y obligaciones y ellos no los cumplen”. Luego abundó: “los jueces dicen que no tienen medios, que eso es lo que la ley les dice que tienen que hacer. Si estoy sentado en un sillón como juez y no puedo responder a lo que piden los vecinos, le digo a mi superior que no puedo estar ahí; o bien me da los elementos o me retiro”.
No solo Mar del Plata sufre este problema, pues se trata de una problemática de nivel nacional: “me dijeron que estaba loco cuando dije que íbamos camino a ser Colombia o Brasil, pero hay lugares del país como Rosario o Mar del Plata donde la gente a las 6 de la tarde no puede salir más a la vereda. Se encierran y empiezan a escuchar tiros. El gobierno de turno tiene que tomar la decisión política para que esto cambie”.
El compromiso de todos los marplatenses también es una señal fundamental para que el reclamo no se pierda en el tiempo: “en la ONG tiene muy poca gente involucrada, pensando que con paz y tranquilidad se pueden conseguir cosas, porque los funcionarios en algún momento tienen que escuchar. Todos tienen familia y les puede tocar en cualquier momento”. En su momento, el trabajo tenía un sentido, pero la desidia de todos hace perder la claridad en los objetivos: “lo que más queríamos era que Pablo fuera el último, por eso pedíamos por todos. Hemos golpeado miles de puertas y he escuchado palabras de todos los funcionarios, pero no hay una persona en Mar del Plata o en todo el país que se ponga al frente de esto. Es muy triste”.
Después de 10 años, nada ha cambiado. Por el contrario, todo empeoró. Por eso, aun a la distancia, Erico Dagatti recordó que se debe seguir luchando para que no se siga asentando la inseguridad en nuestras vidas: “queríamos trabajar para que esto desapareciera o disminuyera, pero vamos cada vez peor. O nosotros fallamos, o la gente es muy insensible. Una vida no tiene precio, tiene valor”.