Los servicios de emergencias localizan los cadáveres de todos los desparecidos tras la caída parcial de los forjados de un inmueble en la calle de las Hileras.

Rozaban las tres de la madrugada de este miércoles cuando los bomberos lograban rescatar los dos últimos cuerpos sin vida de entre los escombros del edificio en obras que se derrumbó sobre las 13.00 en el centro de Madrid, en el número 4 de la calle de las Hileras, cerca del metro de Ópera y el Teatro Real, confirmaron fuentes de Emergencias Madrid. Horas antes, el alcalde de la capital, José Luis Martínez Almeida, había informado del hallazgo de los cuerpos de dos de las cuatro personas desaparecidas. Se trata de tres hombres y una mujer. El capataz de la obra, una rehabilitación que se venía haciendo desde hace al menos cuatro meses para construir un hotel de cuatro estrellas, aseguró que en el momento del siniestro podían estar trabajando entre 30 y 40 personas en el lugar.
Tras poner a salvo a los heridos —dos leves y uno con una fractura—, y estabilizar la fachada del inmueble, los bomberos de Madrid iniciaban hacia las 18.30 horas de este martes la búsqueda de los cuatro desaparecidos con los perros adiestrados de la Policía Municipal y los de la Asociación Unidad Canina de Rescate de España. Además, la Unidad de Apoyo Aéreo de la Policía Municipal sobrevolaba drones para recabar imágenes del interior que facilitaran las labores del rescate. Durante horas, los bomberos también fueron retirando manualmente los cerca de ocho metros de escombros que se formaron para poder llegar hasta los cuerpos, según apuntó Martínez Almeida.
“Se ha producido el derrumbe del forjado de la sexta planta y eso ha producido que bajaran todas las plantas y llegaran hasta la planta baja”, ha explicado el alcalde sobre el detonante del suceso, del que aún se desconocen las causas. En el momento del colapso, dos de los fallecidos se encontraban en la planta baja, una en la primera planta y otro trabajador en la última, según las versiones de los trabajadores. Psicólogos de los servicios de emergencias atendieron desde primeras horas de la tarde a los familiares de las víctimas que se acercaron hasta el lugar.
El alcalde, que llegó hacia las 22.00 horas hasta el lugar del siniestro tras interrumpir un viaje a Londres (Reino Unido), también aclaró que la obra tenía licencia desde febrero de este año, tal y como aparece reflejado en la web del Ayuntamiento de Madrid. “Los papeles estaban en regla desde el punto de vista urbanístico y estaban ejecutando la reforma de acuerdo a la autorización que se había concedido”, ha acotado. Según el regidor, los vecinos de los edificios colindantes al bloque derribado que fueron desalojados por seguridad, podrán volver a sus viviendas a lo largo de la noche.
Inicialmente, los obreros señalaron que la mujer desaparecida era “la arquitecta”, pero fuentes de los bomberos aseguraron posteriormente que se trata de una administrativa, de nombre Laura y de unos 30 años, que se encontraba en las oficinas ubicadas en el edificio en el momento del derrumbe. El alcalde no determinó el cargo de la mujer, pero sí avanzó que tenía “responsabilidad en la obra”.
Hasta el lugar se desplazaron 18 dotaciones de bomberos del Ayuntamiento de Madrid y un dispositivo del Samur con 13 unidades. Uno de los heridos fue trasladado al hospital con una fractura en la pierna y los otros dos solo presentaban lesiones leves y fueron atendidos por psicólogos tras el shock, informó Emergencias Madrid.
Según contaron los obreros, además de la mujer, llamada Laura y que ubicaban en un baño de la primera planta en el momento del desplome, los otros tres fallecidos son Dambéle, Alfa y Jorge, de edades comprendidas entre los 30 y los 50 años y originarios de Malí, Guinea y Ecuador. Según su relato, dos de ellos se encontraban también en el baño del sótano y el tercero, en la planta más alta del edificio. Todos son trabajadores de la empresa de construcción ANKA y sus compañeros aseguran que “tenían contrato y un salario de unos 1.100 euros mensuales”. Por el momento, se desconoce la identidad completa de las víctimas.
“Hemos visto que se nos venía encima la primera planta, no sé si han caído de más arriba porque no hemos podido ver nada, era todo polvo, no se podía ni respirar”, explicaba el capataz de las obras del inmueble al poco de producirse el colapso. La vicealcaldesa, Inma Sanz, apuntó a primeras horas de la tarde que los esfuerzos se estaban concentrando en localizar a los desaparecidos y advertía de que los trabajos de desescombro para rescatarlos podrían durar días, dada la dimensión del desastre. La dirigente popular evitó también confirmar la identidad y la función de la mujer fallecida.
Por su parte, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, se acercó desde la sede del Gobierno regional en la Puerta del Sol hasta la zona, acordonada desde el momento del derrumbe, pero no ofreció declaraciones.
Los obreros que se encontraban trabajando en la rehabilitación del inmueble permanecieron aislados por la Policía Municipal hasta las 18.00 horas, a la espera de conocer la situación de sus compañeros heridos y desaparecidos. Posteriormente, abandonaron la zona para dejar su material de trabajo en una obra próxima de la calle de Toledo. Representantes de la propiedad del inmueble siniestrado acudieron también hasta el lugar de la catástrofe sin querer realizar declaraciones, al igual que algunos familiares de las víctimas con visibles gestos de preocupación.
Accidente laboral
El delegado de Gobierno, Francisco Martín, confirmó en declaraciones a los medios que se trataba de un accidente laboral, por lo que la Policía Judicial Municipal se está encargando de la investigación, mientras la Policía Nacional se ha retirado.
Por el momento, añadió el delegado, “se está analizando el posible impacto en los edificios colindantes para tomar las medidas oportunas”. Todo el perímetro del edificio permaneció desalojado. Se instaló un cordón de seguridad para facilitar el movimiento de los vehículos de Emergencias. A última hora de la tarde del martes permitieron que los vecinos de los edificios aledaños y los de enfrente del edificio derrumbado pudieran entrar y salir de sus viviendas —si lo necesitaban—, siempre acompañados de agentes de la Policía Municipal.
La vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, aseguró que la Inspección de Trabajo ya está actuando por el derrumbe de este edificio en Madrid. Díaz trasladó su “solidaridad absoluta con las familias de los trabajadores” del edificio en obras.
El edificio estaba siendo rehabilitado para construir un hotel de cuatro estrellas, y es propiedad del fondo saudí RSR. Las reformas estaban siendo ejecutadas por la constructora Grupo Rehbilita desde febrero de este año.
“Se ha escuchado un ruido en el forjado y después solo vimos una nube de humo”, contaba uno de los trabajadores, que no quiso dar su nombre.
La encargada de la conocida chocolatería San Ginés, justo en la calle de al lado, relataba por teléfono a este periódico que “se cayó todo el edificio” y que inmediatamente les han prohibido el paso al resto de vecinos.
“El edificio que se ha caído llevaba mucho tiempo abandonado y estaba en obras; habían instalado una grúa a lo bestia en el andamio. Me habían dicho que iban a hacer un hotel y que las obras iban a tardar dos años”, comentaba una vecina de la calle que sintió el estruendo de la caída. “Hace media hora noté un temblor terrible en la calle y se levantó muchísimo polvo enfrente del inmueble, una nube que dejó a la gente asustada y confundida”, describía.
Por su parte, Miguel, que trabaja en el restaurante El Cogollo, en el centro de Madrid, contaba que, sobre las 12.45, una nube de polvo invadía el local y provocaba que tuvieran que evacuar a todos los presentes: “Por fuera no se veía nada, la fachada está igual, todo ha sido por dentro”. Miguel asegura que sintieron que temblaba el suelo de su casa y se asomaron y solo vieron una nube de polvo enorme que llegaba hasta Ópera.
Milagros García Benito, la dueña de una peluquería frente al edificio derrumbado, contó que estaba abriendo su negocio cuando el edificio colapsó. “Ha sido un estruendo horroroso, fortísimo. Se ha llenado todo de polvo blanco que parecía humo, pero no lo era”.
La Policía Municipal dejó entrar a familiares de los albañiles que trabajaban en la obra en el momento del colapso del edificio. Dos hombres que no quisieron dar sus nombres accedieron a la calle de las Hileras porque, según contaron, su hermano estaba allí. Afirmaban que toda la mañana habían estado llamándole y no les cogía el teléfono, sin ofrecer más datos al respecto.
El edificio derrumbado fue construido en el año 1965, según los datos del Catastro, y cuenta con seis plantas y un aparcamiento en el sótano. La parcela donde se ubica tiene una superficie de 1.070 metros cuadrados y 6.745 construidos útiles.