La diseñadora de indumentaria, Goga Dodero, habló en la 99.9 sobre la idea que se generó a partir de un sachet de leche. Aprovechando las propiedades de ese material, empezaron a hacer bolsas de dormir para personas en situación de calle: “en Argentina es verdad que hay mucha gente solidaria que quiere participar e involucrarse”, destacó sobre las personas que se acercaron para ayudar.
Donde menos se lo piensa, puede estar la respuesta a un gran problema. Eso es lo que le sucedió a Goga Dodero, una diseñadora de indumentaria que encontró en el sachet de leche, una opción para que las personas en situación de calle tengan una manera de superar los fríos del invierno.
Con el material empezaron a hacer bolsas de dormir, aprovechando su calidad de aislante término. En la 99.9, Dodero señaló que “al sachet que casi todas las familias consumimos, lo empecé a mirar con ojos solidarios. Una de las tantas cualidades que tiene es que es impermeable y conserva el calor. Lo que hacemos desde hace un año creamos bolsas de dormir para gente que está en situación de calle. Armamos un proyecto que se llama la satchetera, lo vamos consolidando en muchos lugares a través de una red de personas solidarias”.
Como toda intención solidaria, empezó siendo un mínimo emprendimiento y se extendió increíblemente: “empezamos con nuestras familias y fuimos creciendo, en Argentina es verdad que hay mucha gente solidaria que quiere participar e involucrarse”.
También aclaró que fue un cambio personal para su vida, por lo que implica esta tarea: “no es lo mismo donar que ser voluntario, es otro camino que cuando lo empieza a transitar, siente una empatía muy grande con otros grupos. Vivo dos realidades distintas, una cuando abro el diario o veo el noticiero y otra cuando estoy trabajando en el proyecto donde hay una argentina solidaria”.
Que las personas estén en situación de calle suele ser la conclusión de un proceso donde hay cosas que funcionan mal: “el final de cosas que no andan bien, es cuando la gente está viviendo en la calle. Es un proyecto que está abierto a toda la comunidad, todas las religiones, pero no pueden participar dentro de partidos políticos o actividades políticas. Nosotros cubrimos necesidades con este material”, destacó.
Eventualmente, aparecieron algunos hechos particulares donde también pudieron asistir: “en encuentros de voluntarios empezamos cosiendo, después recibimos como donación selladoras. En las inundaciones ayudamos a la gente del Barrio La Cava en San Isidro que es muy humilde y si bien le llegaban las donaciones, traían los colchones pero tenían el piso mojado y entonces lo probamos como aislante y funcionó. Lo utilizaron también para tapar goteras y funcionó”.
Las ideas fueron surgiendo y siguen ampliando la base de elementos para ayudar: “hacemos las bolsas, los aislantes para pisos y techos que ahora los vamos a llevar a dos comunidades en el norte del país para cubrir sus techos. Después hacemos capas de lluvia para obreros con la Red Solidaria de Bariloche. Estamos empezando a hacer cambiadores para bebés”, explicó.
En nuestra ciudad, están en una primera etapa, pero la satchetera ya está funcionando: “estamos empezando con la recolección. En cada grupo que empieza a conformarse debemos guiarlos, brindarle información y armamos una red; no es que cada grupo funciona aislado”.
Todo lo que han hecho hasta el momento se generó sin poner dinero y, principalmente, utilizando el Facebook como base para entablar contactos con otras ciudades: “siempre miré el Facebook como una forma de contactar a amigos, pero hemos conocido muchísimas personas que querían ser voluntarios. Todo este proyecto creció sin un peso. Primero no manejamos dinero, las máquinas son donaciones y las máquinas de coser son nuestras”, concluyó Goga.