El abogado especialista en derecho informático, Daniel Monastersky, habló en la 99.9 sobre el fallo que condena a realizar 150 horas de trabajo comunitario a una mujer que a través de Twitter con un seudónimo, realizó denuncias contra una persona que resultaron falsas: “era una abogada, lo cuál es más grave porque sabía los delitos que cometía”; advirtió sobre Mónica Lang.
La Justicia Nacional de la Ciudad de Buenos Aires obligó a una mujer, en un fallo sin precedentes, a realizar 150 horas de tareas comunitarias por “calumniar e injuriar” a un hombre a través de las redes sociales. Esto representa un paso importante para el delito cibernético que nunca había tenido una resolución de estas características.
La persona agraviada fue Marcelo Frydlewski, esposo de la abogada Ana Rosenfeld, quien contrató para llevar a la justicia este caso al letrado Daniel Monastersky. En la 99.9, éste último destacó que “es un precedente que tomarán como jurisprudencia en los Tribunales”.
Extrañamente, la persona condenada, Mónica Lang, que había agraviado a través de redes sociales, no tenía relación alguna con Frydlewski: “no tenía ninguna relación con mi cliente, no se conocían. Se conoció por oficios que nosotros determinamos que era una abogada, una colega, lo cuál es más grave porque sabía los delitos que cometía”, remarcó.
La decisión de denunciarla tenía que ver con una cuenta falsa donde se utilizaba un seudónimo para denunciar delitos que no se habían cometido: “eran delitos de acción pública muy graves que habría cometido por mi cliente. Tenía pocos seguidores pero arrobaba a todos los periodistas que tienen miles de seguidores y así se viralizó. Sintió que se sentía dañado en su buen nombre y honor por lo que nos pidió que actuemos”.
La decisión del juez del Tribunal Oral Criminal 22, Ángel Gabriel Nardiello también contiene una decisión de fondo sobre el accionar de la justicia ante este tipo de casos: “le llevamos toda la información al juez, eran 25 puntos de prueba relacionados con delito informático, se hizo un gran laburo para darle herramientas al magistrado”, remarcó Monastersky.
Otro de los puntos destacados tenía que ver con el trabajo comunitario ya que Lang afirmó no tener el dinero para el pago exigido por el afectado que, además, había indicado que donaría a una entidad de bien pública: “la mujer había ofrecido retractarse por el mismo medio por el cuál emitió las declaraciones y en ese momento, nos negamos al ofrecimiento porque no era suficiente para nuestro cliente esa disculpa por la escasa cantidad de seguidores que tenía. Ahí es donde se ofrecieron las tareas comunitarias que el juez tomó de buena gana”, concluyó.