El licenciado en Sociología, Daniel Schteingart brindó un interesante análisis de las variables que giran en torno a las mediciones tanto de inflación como de pobreza y destacó en la 99.9 que “todo dato siempre es producto de una metodología. Esas metodologías siempre tienen una dosis de arbitrariedad”.
Las maneras de medir la inflación son tan importantes como los propios números que resultan de esa medición. Las maneras de tomar esos números resulta un factor muy importante dentro del análisis y así lo indicó el Licenciado en Sociología, Daniel Schteingart a través de la 99.9: “a los consumidores le interesa la inflación general, pero el gobierno a veces tiende a ver la inflación núcleo que es más volátil porque no tiene en cuenta los factores regulados por el estado. El Banco Central es quien mira la inflación núcleo que este último mes dio 1,8%, un poco por encima de lo que pasaba en los últimos meses”, aclaró inicialmente.
De todas formas, el índice que actualmente se brinda es una mirada parcial de lo que sucede en el país: “el INDEC todavía no mide la inflación nacional, sino que lo hace en el AMBA. Desde abril la inflación del INDEC y de CABA fue similar, incluso un poco más alto para la Ciudad de Buenos Aires”.
Las mediciones que se realizan actualmente están muy lejos de lo que se hacía durante el gobierno anterior donde los números eran notablemente distintos de lo que, por ejemplo, medían las provincias: “con el INDEC previo, todos los meses te daba más bajo que el resto de las provincias. Eso era un problema porque generaba inconsistencias muy grandes. Ahora si el INDEC mide 25 y las provincias entre 23 y 26, no sería muy preocupante, siempre y cuando se compense al año siguiente”, aclaró.
La economía también presenta un marco teórico para explicar los diferentes movimientos que se dan y en el caso de la inflación, Schteingart indicó que “la teoría que mejor explica la inflación es la de los costos con factores como la cotización del dólar, los salarios que es un componente importante, el precio internacional de las materias primas. En Argentina hay una cuestión de inercia inflacionaria que es importante, los actores fijan los precios en base a lo que pasó y va a venir; es una variable para tener en cuenta. Para ello se necesita una política para que se siente el gobierno a hablar con los sectores y pongan una base sobre la cuál trabajar en negociaciones tripartitas”.
El gobierno no va por ese camino, pero ha elegido por ejemplo modificar algunos parámetros que habitualmente no son incluidos en el análisis de distintos datos y tienen una influencia muy importante en el número final. “Todo dato siempre es producto de una metodología. Esas metodologías siempre tienen una dosis de arbitrariedad. El caso más claro es como definimos quien es un pobre, para eso tenemos que poner una línea de pobreza basada en una canasta básica, pero también hay que definir lo que se pone en esa canasta básica. El INDEC ahora puso una canasta más amplia y ese cambio metodológico se vuelve incomparable con la pobreza anterior que ponía menos elementos en la canasta. 12 del 30% de los pobres que aparecen ahora se generan por el cambio en la metodología”, sentenció el sociólogo.
Así es que surgen periodísticamente versiones que no tienen que ver con la realidad, como que Argentina tiene más pobres que todos los países de la región. En ese sentido, Schteingart aclaró que “Argentina, Uruguay y Chile son los países de menor pobreza y la canasta básica del INDEC es la más exigente de la zona. Ahí vemos que no estamos tan mal parados en el contexto regional, eso no implica que no tengamos que seguir trabajando para mejorar esos números”.