El economista aseguró también a El Cronista que las empresas están midiendo frente a las elecciones legislativas “el riesgo institucional” de Argentina para definir inversiones.
A Dante Sica le gusta hablar con datos concretos y no esquiva las definiciones. Dirige la consultora Abeceb, con clientes a nivel regional, y fue secretario de Industria y Comercio de la Nación. Conoce el terreno económico brasileño y a la vez mucho de la “cocina” de importantes empresas locales. Suele participar de las reuniones que convoca la gestión Macri, en el marco del Consejo de la Producción del ministerio que dirige Francisco Cabrera. Cree que las elecciones legislativas de este año serán un termómetro para las inversiones que puedan llegar a partir de octubre y evalúa que la Argentina tiene para aprovechar un escenario internacional favorable.
Estas son sus repuestas a las cinco claves que El Cronista viene planteando a diferentes especialistas sobre el escenario global y su impacto para la Argentina:
1-¿Revivió el Mercosur?
-Está entrando en una nueva etapa, de la mano del cambio de ciclo político en la región. Primero fue el cambio económico, con la baja de los commodities, lo cual arrastró también el cambio político. Sin decirlo explícitamente, los países se han puesto de acuerdo en sincerar las relaciones en el Mercosur. Se vio mucho en poner en blanco sobre negro la situación de Venezuela, que no había cumplido los requerimientos técnicos de inclusión. También en la idea y la necesidad de redefinir una agenda. Es muy importante que Argentina y Brasil hayan recuperado el diálogo. En la agenda está la integración en términos de negociaciones internacionales: hay consenso en que cerrar las negociaciones con la Unión Europea es importante. También es clave que se hayan puesto sobre la mesa los temas de facilitación de acceso a mercados, hay muchas trabas que aún existen al interior del Mercosur. No teníamos tratado de inversiones, tenemos doble cobro del arancel, hay fuertes problemas de marco regulatorio, que impiden la libre circulación de productos.
Todo eso es importante porque en los últimos 15 años no hubo avance sobre estos temas. La agenda estuvo circunscripta al tema comercial, sobre los productos sensibles. Creo que ahora viene una agenda de integración, tanto territorial como energética, atada a una mayor dinámica en tema de apertura de mercados.
2-También hay una insistencia en integrarse al acuerdo Asia-Pacífico. ¿Está bien apostar tanto a la UE como al Asia Pacífico?
-Este gobierno se fijó una meta en términos de negociaciones internacionales los próximo cuatro años. Y ante el problema político y judicia que tiene Brasil, la Argentina ha recobrado un liderazgo en la región bastante importante. Quizás Macri sin quererlo ni habérselo propuesto se ha transformado en una especie de líder regional. Y la agenda que se ha fijado la Argentina empieza a ser en parte también la del Mercosur. Argentina quiere llegar al 2019 con negociaciones abiertas en libre comercio, de preferencia de acuerdo comercial, con alrededor de 50% del PIB mundial. Hoy tenemos el 9% en eso. Cuáles son los focos: Unión Europea, Japón (en especial por captura de inversiones privadas), China (en especial financiamiento para infraestructura), México, Estados Unidos y América Latina. Si uno mira las estructuras, parece difícil un acuerdo de libre comercio entre el Mercosur y la Alianza-Pacífico, porque son muy distintas. Pero es importante en términos de continuidad institucional. Hay mucho para avanzar en regulaciones: protocolos de inversión, normas técnicas y ambientales, que permitan una captura de inversiones. Y empezar a tener en el ámbito del Mercosur acuerdos más integradores con Chile.
3-Con el efecto Trump mediante, ¿el mundo va hacia un mayor proteccionismo o es más una sensación?
-Sacaría el tema Trump. El Trump de Twitter se ha desinflado a partir del Trump presidente. Las instituciones pusieron límite a esa intención inicial de romper los acuerdos. No es Trump, fue de alguna manera un elemento más en una discusión que se dio a partir de la crisis de 2008/9. Vimos una caída del comercio internacional, tras 15 años en que era uno de los tractores del crecimiento mundial. Entramos en una etapa ahora donde seguramente el comercio internacional crezca al mismo ritmo que el PBI. Ante lo que fue el debilitamiento de la OMC en la crisis, muchos países salieron a tomar medidas proteccionistas, ya sea directa o indirectamente. Y ahora en un mundo en que el crecimiento es sólido y sostenido, incluso en Europa, se está reorganizando la idea de la necesidad de tener mercados abiertos. Quizás con una discusión de qué es proteccionismo o no, en el sentido de que dentro del paraguas de la OMC empieza a haber un poco de margen de maniobra para poner temas que hace 10 años eran prohibidos…
-Se ponen entonces algunas barreras.
-Exacto, hoy hay margen de maniobra para hacerlo. En todo caso Trump fue un emergente y no la causa de lo que estábamos viendo.
4 -Si tuviera que hacer un ránking de los países con mayor atracción para la inversión o que están bien posicionados en Latinoamérica, ¿cuáles estarían en los primeros lugares?
-Si lo mido en términos de potencialidad, Perú es un país importante en captación de inversiones. Colombia, si bien este año va a estar complicada en materia económica, pero el hecho que haya puesto en marcha el proceso de paz –lo cual implica casi una anexión territorial- es importante. La Argentina, por su cambio de rumbo, y Brasil , a partir del paquete de reformas que está llevando adelante. Si tuviese que poner un orden por tamaño, te diría: Argentina, Brasil, Colombia y Perú.
-¿Y de qué depende que Argentina mejore su potencialidad? ¿El tema son las elecciones?
-Depende del sector de las inversiones. Hay sectores para los cuales la estabilización macro y los marcos regulatorios que se han arreglado están ya dando resultados y este el caso de energía, telecomunicaciones, y los vamos a ver en infraestructura a partir de la reglamentación de la iniciativa público-privada. En otros sectores en que las reglas de juego son importantes, algunos como el agropecuario reaccionaron rápido, mientras que para otros que tienen más inversión en “fierros” o industriales, bajar el riesgo institucional y macro es importante. Por eso las elecciones son importantes. La mirada sobre la continuidad de las reglas de juego.
5-¿Qué se puede esperar ahora de Brasil?
-Miremos lo económico. Todo lo que podamos esperar ahora es bueno. Lo peor de Brasil pasó. No solo dejó de caer, sino que recupera. Su tasa de recuperación va a ser más lenta y estará asociada a la salida política. Este año será cero o 0,5, pero ya se siente en la industria. El año que viene 1% o 2%, y hay elecciones. Entonces en 2019 Brasil va a tener una nueva alianza política gobernando, convalidada por el voto popular y formalizado un paquete de reformas que le va a dar mayor competitividad. En los grupos económicos y de inversiones ya no están mirando el corto plazo en Brasil. Temer es hoy una anécdota: si mañana se cae, la estructura económica no va a sufrir, porque va a asumir alguien que te va a llevar a las elecciones que están a la vuelta de la esquina. Además, con el oxígeno que consiguió con la aprobación de la reforma laboral, le alcanza para llegar hasta el año próximo. Entonces, pensar a partir del 2019 un Brasil con un nuevo gobierno, con las reformas estructurales hechas y con una economía despegando, creo que a partir de ahora van a ser buenas noticias para la Argentina.