El gerente de CEPA indicó a través de la 99.9 que la llegada de trabajadores de Corrientes que se embarcan en la ciudad es una costumbre desde hace muchos años.
La situación en el puerto de la ciudad todos los años es delicado. Pero sin embargo, el marco de la pandemia ha generado un contexto especial para el sector.
Hace unas horas atrás, se habló mediáticamente sobre un grupo de trabajadores de Corrientes que llegaban para embarcarse en el puerto de la ciudad a los que se definió como “trabajadores golondrina” cuando la realidad es absolutamente distinta
El Gerente de CEPA, Darío Sócrate, explicó en la 99.9 que “hace 30 años que la marinería viene de Corrientes La incorporación de buques con mareas tan largas porque los locales no veían bien estar tanto tiempo en altamar y se empezó a traer gente desde afuera. Esto sucede desde la década del 80. Esta gente tomó un rol permanente y efectivo, es su trabajo y lo hacen durante todo el año”.
También señaló que se necesita cambiar ese paradigma laboral con un proyecto que permita dar trabajo a las personas de la ciudad: “me parece correcta la lectura de que necesitamos revisar esta cuestión en una ciudad donde hay mucha desocupación, pero no es algo que se cambie de un día para el otro”.
Lejos de la verdad, otra de las cosas que se indicó que es estos trabajadores cobraban menos de los que se pueden embarcar desde Mar del Plata: “generalmente discutimos una vez al año el salario y siempre con cierta conflictividad. No hay empresas que paguen distinto al convenio colectivo de trabajo porque es el mismo pago para todos los que suben al barco”.
Por otro lado, Sócrate brindó su opinión sobre la problemática de los barcos que hacen pesca ilegal dentro de la Zona Económica Exclusiva: “hay tres cuestiones, primero que pescan nuestros recursos sin autorización, ponen en riesgo a la flota argentina que no tiene recursos y además, la competencia desleal porque el producto va al mismo lugar al que va el producto pescado por las embarcaciones argentinas que pagan todos los impuestos. Eso se maneja con control”.
La política internacional juega su partido también porque se necesita hablar con Uruguay que, a través del puerto de Montevideo, abastece a los barcos: “Uruguay le presta un servicio a la flota ilegal para que trabaje en esa zona, ayudan a la competencia desleal y es algo que Argentina debe discutir en el marco del Mercosur”, finalizó.