Las políticas demócratas como Alexandria Ocasio-Cortez y Catalina Cruz han mostrado su apoyo a reconvertir la isla de Rikers, donde se encuentra la prisión municipal de Nueva York.
Alexandria Ocasio-Cortez y Catalina Cruz, las políticas latinas de Nueva York denominadas “insurgentes”, mostraron hoy su apoyo, junto a otros políticos demócratas, para reconvertir la isla de Rikers, que alberga la prisión municipal, en una planta solar con espacios verdes que dé servicio a la comunidad.
“Hoy nos hemos juntado para crear la visión del mundo que queremos y el mundo que vamos a crear”, dijo la congresista Ocasio-Cortez durante una intervención en un foro público para discutir el futuro de la isla carcelaria, que se celebró en una sinagoga del barrio neoyorquino de Queens.
Por su parte, Cruz, legisladora de la Cámara baja del estado de Nueva York y nacida en Colombia, subrayó en declaraciones a Efe que “por muchos años esta isla ha representado la marginación de nuestras comunidades afroamericanas, latinas y migrantes, porque ahí iban a parar muchas personas que creemos que eran inocentes”.
“Ahora se ha hecho la propuesta de cerrar esa cárcel y queremos que esa propiedad, esa isleta, se convierta en una posibilidad de mejorar nuestro medio ambiente”, dijo.
Ocasio, aclamada por vecinos que se acercaron al foro, apuntó que una de las propuestas barajadas sostiene que “si solo se cubre el 25 por ciento de la isla de Rikers con paneles solares se podrían cerrar todas las plantas tóxicas que han sido creadas en la ciudad de Nueva York en los últimos 20 años”.
Durante su intervención, un grupo de personas se manifestó en el exterior del edificio en contra de las propuestas “socialistas” defendidas por Ocasio y Cruz, ambas representantes del ala más progresista del Partido Demócrata e integrantes de la generación más joven que ha retado a la clase dominante dentro de esa formación.
La primera propuesta de cerrar la prisión de Rikers fue presentada en 2017 por el alcalde Bill de Blasio, con el objetivo de crear una red de prisiones ubicadas en los distintos barrios y que fuera “moderna y humanitaria”.
“Este pequeño sistema de prisiones, fundado sobre los principios de respeto y dignidad, deberá dar cobijo a una población carcelaria de unos 5.000 reclusos”, aseguraba la propuesta de la Alcaldía presentada hace dos años sobre la isla, cuya superficie supera las 400 hectáreas.
El objetivo de esa red es reforzar las conexiones de los presos con sus familias, sus abogados y los juzgados, así como con los sistemas de salud y de salud mental.
Cruz subrayó que, “según el alcalde, la cárcel la vamos a cerrar en menos de 5 años. Entonces, tenemos que estar preparados para que no se quede esa propiedad vacía 5, 10, 15 años. Ya mismo tenemos que empezar a pensar qué vamos a hacer con esa propiedad”.
Por su parte, Ocasio insistió en que el cierre de la prisión supone una “oportunidad de usar la isla de Rikers y convertirla en un sitio positivo para la gente, en lugar de en un campo de recreo para los ricos. Es una enorme oportunidad para mostrar cómo podemos cambiar Nueva York y Estados Unidos en un lugar que luche por todos y que nos beneficie a todos”.
“Estamos aquí para asegurarnos de que ninguna persona tiene que respirar aire contaminado” por el hecho de vivir en un lugar determinado o por su origen social, agregó la congresista, de origen puertorriqueño.
En este sentido, los defensores de la iniciativa, encabezada por el concejal de Nueva York Costa Constantinides, hicieron hincapié en que la lucha en favor del medio ambiente es también una lucha social, porque las clases más desfavorecidas son las que más sufren la contaminación.
“La justicia del medioambiente es arreglar los problemas históricos, los males históricos en contra de nuestra comunidad, porque vemos que las comunidades más afectadas cuando hay contaminación, cuando hay carros (automóviles), cuando hay aeropuertos son esas comunidades de bajos recursos, latinas e inmigrantes”, dijo Catalina Cruz.
Explicó que “una de las medidas es colocar paneles solares y otra medida es incrementar la cantidad de espacios verdes tal como parques, y no usarlo para hacer más construcción”.
En este sentido, Ocasio-Cortez advirtió del poder que a su juicio tienen en Nueva York las compañías inmobiliarias, a las que acusó de pretender monetizar cualquier “centímetro cuadrado” libre en la ciudad.
Ocasio-Cortez encabeza en Washington a un destacado grupo de representantes y senadores del ala más progresista del Partido Demócrata que ha lanzado a nivel nacional el “Gran Pacto Verde” (“Green New Deal”), iniciativa que pretende que EE.UU. neutralice sus emisiones de gases con efecto invernadero en 10 años, produciendo el 100 % de su energía mediante fuentes renovables.
La propuesta ha logrado mucha atracción entre los jóvenes, pero es vista con recelo tanto por el Partido Republicano como por una parte del Partido Demócrata que la considera demasiado “radical”.