España es el segundo miembro de la Unión Europea con el mayor índice de pobreza infantil superado solo por Rumanía. Bulgaria y Grecia están a continuación, según el último informe de Cáritas Europa, que habla sobre el impacto social generado por las medidas de austeridad aplicadas a los países en crisis.
Jorge Nuño, secretario general de la ONG, ha denunciado durante la presentación de los resultados en Atenas que la política de la Unión Europea “es incoherente, porque se comprometió, con la firma de la Estrategia Europa 2020, a disminuir la pobreza, crear crecimiento y aumentar la escolarización (…), pero las prioridades económicas están por delante de las sociales, de las personas”. La entidad exige a los Gobiernos que antepongan los criterios sociales a los intereses económicos y que dediquen más inversión a la creación de empleo.
El estudio recoge las medidas adoptadas por la Unión Europea y las autoridades nacionales y el impacto de los ajustes, que en algunos países como Grecia, Chipre y Portugal han sido exigidos por la troika (Comisión Europea, Banco Central y Fondo Monetario Internacional). En general, este destaca el empobrecimiento de la población que ha perdido servicios sociales y en ocasiones también el acceso a la atención médica. , ha explicado Nuño.
Las conclusiones del informe contradicen el habitual discurso oficial que sugiere que lo peor de la crisis económica ya ha pasado, y sostiene que no hay evidencias de que la situación de muchas personas esté mejorando.
Esta entidad europea define a la población española como una de las más afectadas por la crisis, pues mientras la tasa de pobreza media de los estados comunitarios fue del 25,1% en 2012, España registró un 28,2 %, una tasa que en la población infantil llega al 29,9%, según datos de 2013 de Eurostat. De 2011 a 2012, la tasa de pobreza en este sector de población aumentó del 15,6 % al 19,4 %. Para la organización, esto demuestra el impacto extremadamente negativo de las políticas de austeridad en la vida de las personas más desprotegidas. “La gente más vulnerable es la que está pagando las consecuencias de la crisis”, ha destacado Nuño.
Por personas en riesgo exclusión social se entienden las que disponen de un 60% del ingreso medio del resto de la población; las pobres poseen entre el 40 % y el 50 %; y las situadas en la miseria adquieren menos del 40 %.
El informe destaca también la alta tasa de desempleo juvenil español, en edades comprendidas entre 15 y 24 años, que se situaba en 52,9 % en julio de 2012; cifra que, según Cáritas Europa, solo ha sido superada por Grecia con 55,4 %.
Respecto a la situación actual en Grecia, Cáritas Europa considera que los derechos fundamentales están siendo violados, exigidos en su mayoría por la troika, a la que los resultados presentados por Cáritas Europa traducen como “segundo cuerpo legislativo“. El estudio se centra en destacar a la vez en el gran número de personas— más de tres millones— que han perdido la cobertura sanitaria por estar más de un año en el desempleo.
El portavoz de Cáritas en Grecia ha señalado que muchas de las posturas acordadas con la troika para potenciar la competitividad a través la reducción de los salarios y las pensiones no han logrado, sin embargo, una disminución de los precios, que han aumentado debido al incremento de los impuestos. Casi la cuarta parte de los griegos se encontraba en riesgo de pobreza en 2012, lo que significa que sus ingresos eran inferiores al 60 % de la renta media nacional. Esto se traduce en que hay muchas familias en las que nadie trabaja y que no tienen, por tanto, ningún ingreso.
Acerca de Chipre, el publicado por Cáritas Europa destaca que posee la mayor tasa de pobreza entre las personas mayores de 65 años con un 29,3 %, mientras que la media europea se situó en el 14,3 % en 2012. Y en Portugal, el desempleo ha destruido la clase media, por lo que hay más de un millón de portugueses en situación de pobreza. “La pobreza se combate con empleo, ya que la pobreza genera más problemas mentales, más criminalidad y más violencia doméstica”, ha afirmado el portavoz de Cáritas en Portugal, Éugenio Fonseca.