Córdoba está a las puertas de una disrupción energética que provocará una caída dramática del costo de la electricidad. Dos proyectos a base de biogás anticipan lo que viene.
Mientras la agenda coyuntural tiene a las tarifas de luz en el centro de la escena, en la periferia del ecosistema de las energías renovables están ocurriendo cosas que dinamitarán los actuales sistemas de precios del mercado energético.
Con una inversión de US$5millones y la disponibilidad de 100 toneladas diarias de residuos orgánicos, Cleanergy Renovables producirá energía eléctrica en el interior de Córdoba a un precio de US$0,16 por kilovatio hora, inyectado a la red de Cammesa. “Y ese es un precio que seguirá bajando”, anticipa Franco Borrello, socio fundador de Cleanergy.
Borrello, junto a sus socios Lucas Gastaldi Asensio y Juan Pablo Macagno (ninguno tiene más de 35 años), fundaron la compañía en 2016 después de algunos años de experiencia en el rubro en Estados Unidos y el Reino Unido.
“Cuando regresamos creamos la firma a partir de una asociación tecnológica con la empresa canadiense CHFour Biogas, que tiene 15 años y más de 30 empresas instaladas en todo el mundo”, comentó el joven empresario a PERFIL Cóardoba.
Por este acuerdo, CHFour asiste en los diseños y Cleanergy desarrolla el proyecto, construye y opera plantas generadoras de biogás que utilizan como fuentes residuos orgánicos, agroindustriales o desechos de granjas productoras de carne o lácteas.
“Lo que nosotros hicimos en Córdoba fue mostrarle a los productores que tienen un gran potencial para entrar al negocio de la energía renovable a partir de desechos que hoy le significan un costo alto y un riesgo ambiental para los próximos años”. Estos puntos de crisis se transformarán en insumos para biodigestores que permitirán a los productores sumar una unidad de negocios. No se trata de mero ecologismo, sino de crear una nueva fuente de ingresos.
En tal sentido, Borrello es contundente: “La producción de biogás no es una solución ambiental sino un negocio rentable de por sí que, adicionalmente, genera importantes beneficios ambientales y sociales”.
Casos testigo. La compañía tiene dos proyectos en desarrollo: Cleanergy Gigena 1 y Cleanergy Villa del Rosario 1. Cada uno atendrá 1 megavatio de potencia instalada, involucra US$5 millones de inversión, prevé una rentabilidad aproximada del 15% y un recupero a los siete años.
En el caso de Gigena 1 (ubicado en Alcira Gigena), los inversores son Cotagro y la Cooperativa Eléctrica de General Cabrera. El proyecto de Villa del Rosario tiene como inversor de base al criadero de cerdos Crops y está en busca de otros socios capitalistas.
“No son proyectos para autoconsumo; toda la energía que generen estas plantas va a ser inyectada a la red y comprada por Cammesa, a partir de un contrato a 20 años firmado en el marco del Programa Renovar 2, cuyas licitaciones ganaron por el eficiente precio ofrecido”, explica Borrello. Este punto que indica el empresario es clave para entender cómo estas inversiones en energía renovable actuarán como disruptores del actual sistema de precios energéticos.
¿Tiene futuro este modelo de producción de energía? “En 2016 se adjudicaron seis plantas de biogás, en 2017 fueron 32. En los próximos cinco años se estarán adjudicando unos 35 megavatios por año de la fuente biogás, lo que implica una inversión, sólo en este tipo de tecnología, de US$175 millones al año”, concluye Borrello.
Según datos del Ministerio de Energía de la Nación, la inversión proyectada a 2025 por proyectos de todo tipo de energías renovables será cercana a los US$ 15.000 millones.
Se estima que ya hay aproximadamente unos 4.000 trabajadores empleados en actividades conexas, con más de 110 empresas proveedoras de la cadena eólica y solar fotovoltaica, cinco fabricantes de calderas para biomasa y alrededor de 50 proveedores locales de equipamiento eléctrico que son de uso transversal a todas las tecnologías.
CAMBIO DE PARADIGMA
En el marco del Régimen de Fomento para el Uso de Fuentes Renovables de Energía (leyes Nº 26.190 y 27.191), el Gobierno nacional quiere aumentar la participación de las energías renovables en el consumo de energía eléctrica total hasta alcanzar un 20% en 2025. Actualmente, sólo el 2% de la energía es generada a partir de renovables.
La incorporación de nuevos proyectos se hace a través de licitaciones del Programa RenovAr. Las plantas que desarrolla Cleanergy Renovables ganaron sus contratos participando de la Ronda 2, donde el Estado licitó una potencia total de 1.200 MW (de tecnologías eólica, solar, biomasa, biogás, biogás de relleno sanitario y pequeños aprovechamientos hidroeléctricos) y recibió ofertas por 9.401 MW.
“Las licitaciones de las rondas RenovAr se hacen por tecnología y cada una tiene un precio referencial de compra de energía. Son especies de concursos por tarifa y van ganando los proyectos que ofrecen el precio de generación más barato”, explica Franco Borrello.
“Para biogás es US$0,16 por kilovatio hora; pero, ya estamos viendo que las diferentes propuestas están mejorando esa tarifa; esto es una carrera por la eficiencia”, agrega el empresario.
Allí está el punto de quiebre respecto de la energía de fuentes convencionales y de las generadoras monopólicas que no compiten y no están sometidas a procesos evolutivos de eficiencia.