El debate sobre las causas por las cuales la ropa cuesta tanto en la Argentina suele terminar en fuertes cruces de acusaciones entre el comercio minorista y los fabricantes. Un reciente estudio de la Fundación ProTejer, entidad que reúne a todo el arco de asociaciones empresarias, sindicales y profesionales del sector textil y confecciones de Argentina, reveló que sólo un 15% del precio de ‘mostrador’ responde al costo industrial.
Apenas el 14% del valor final de una prenda de primera marca, como puede ser un jean, corresponde a costos de confección y materia prima. Como contrapartida, otro 20% obedece a gastos de desarrollo de marca y ganancias de la compañía que comercializa el producto.
Señala también que un 40% se va en costos financieros y comerciales (como el alquiler del local y gastos de personal, cargos de la tarjeta de crédito, promoción, etc.) y que cerca del 25% restante se explica por los impuestos.
La Fundación ProTejer señala finalmente que por cada jean que se comercializa a 1.000 pesos argentinos, la industria –con toda su enorme inversión y sus gastos- solamente recibe $A150.
El resto del precio “está explicado por los altos costos asociados a la comercialización”, indicó la entidad. En este contexto, los empresarios no ocultan su preocupación ante la posibilidad de que el nuevo gobierno argentino utilice a las importaciones de indumentaria como una forma de ponerle un ‘corset’ a los altos precios, de los cuales -argumentan los fabricantes- no son responsables.
Estadísticas del sector indican que, en lo que va del año, el ingreso de textiles, principalmente de indumentaria, marcó un fuerte crecimiento del 20% en términos de volumen. Este incremento se da, además, en un contexto en el que las ventas vienen en baja por la alta inflación desatada por la reciente devaluación de la moneda. Esta situación genera una fuerte pérdida de terreno para la producción nacional argentina
Desde la Cámara Industrial Argentina de la Indumentaria, CIAI, señalaron un panorama difícil para la actividad. Aseguraron que habrá caída en el consumo y eso los impactará, y se preguntan hasta dónde llegará esa baja.
Agregaron que “habrá una baja del salario real, que gente destinará más dinero al pago de servicios y, por lo tanto, menos a otros consumos”. Además, advirtieron sobre la pérdida de puestos de trabajo en la industria porque “si la baja es del 12% pero crece la importación, habrá impacto en las ventas y en la producción”.