El investigador del INTI, Nicolás Apro, es quien encabeza un grupo de trabajo que diseñó un alimento específico para emergencias, como en el caso de las inundaciones en La Plata.
En la 99.9 indicó que “la solidaridad de la gente hace que se lleve yerba, azúcar y polenta, pero eso no me va a alimentar”.
La tragedia de La Plata, desnudó muchas falencias en distintos aspectos. Una de ellas tuvo que ver con la rápida asistencia alimentaria a las víctimas que se pudo concretar en gran parte por la solidaridad de todo el país.
Teniendo en cuenta estos problemas, el INTI ha diseñado un alimento especial para estas ocasiones de emergencia y que, a diferencia de otros que existen a nivel mundial, tienen diferentes sabores, buen gusto y aroma.
El encargado de la investigación y desarrollo fue Nicolás Apro, integrante del INTI y que en declaraciones a la 99.9 explicó que “se trata solamente de sentido común. El INTI se dedica a estas cosas, buscamos que se mejore la calidad de vida de la población”.
La idea de mejorar la alimentación en general no es nueva y es algo sobre lo que han trabajado mucho: “venimos trabajando hace años en alimentos para planes escolares, harinas para celíacos y demás.Cuando hace tres años aparece el interés nuestro y de una empresa que nos encomendó unas barras densas para deportes de alto riesgo”, afirmó. Luego abundó: “empezamos a ver que esto podía ser aplicado con otro formato para lo que son emergencias de cualquier tipo, ya que, cuando suceden, pasan dos o tres días críticos en la provisión de alimentos. La solidaridad de la gente hace que se lleve yerba, azúcar y polenta, pero eso no me va a alimentar”.
En consecuencia, orientaron sus investigaciones hacia ciertos aspectos en particular: “desarrollamos un producto de alta densidad nutricional, pero con especificaciones concretas y la más adecuada para un caso de emergencia, cubriendo toda la necesidad de la población. Trabajamos con el Departamento de Farmacia y Bioquímica de la Universidad de Buenos Aires, formulando este alimento”, indicó Apro.
Si bien, diseños similares se utilizan en otros países no tenían un aspecto interesante y mucho menos, sabor y olor. Por eso, el equipo que lidera Apro logró mejorar esos aspectos. “El formato de estos alimentos que ya están en otros lados del mundo, eran productos compactos, de color oscuro, con forma de barra, pero nada apetecibles. Pensamos que el producto tiene que ser visualmente agradable y pensamos en una galleta de la forma que se quiera pero que la conozcamos como producto. También lo hicimos con un aroma y un gusto apetecible y por eso lo desarrollamos con sabor a frutilla, vainilla e incluso jamón y queso”, puntualizó.
Ahora se deberá producir y ahí es donde entra en acción la industria, que según el investigador es una pata fundamental en todo desarrollo: “tenemos que entender, el sector científico y tecnológico, que nuestro trabajo no puede quedar encerrado en un laboratorio; y el sector industrial, que puede contar con nosotros para llevar adelante estos desarrollos. Esa es la función del INTI. Trabajamos con empresas de todo el país, si no el trabajo nuestro no llega y no se aplica donde nosotros queremos”.
Por último, Apro no limitó su uso a deportistas de alto riesgo o para emergencias, sino que invitó a incorporarlas en sectores que pueden necesitarlo: “esta galleta es excelente también para la merienda escolar, el apoyo nutricional en una escuela o un plan alimentario. La emergencia no puede empezar a razonarse en ese momento, sino que hay que tener siempre un stock preparado”, finalizó.