Por primera vez desde 1975, una víctima de la dictadura franquista declara en los tribunales. Su testimonio podría abrir la puerta a centenares de víctimas que ya han interpuesto denuncias por los crímenes de esa época.
Por primera vez desde la muerte de Francisco Franco en 1975, una víctima de torturas de la dictadura declara este viernes ante la Justicia en España. Se trata del primer caso que llega a los tribunales, ya que todas las denuncias anteriores de este tipo fueron rechazadas por la Ley de Amnistía de 1977.
Con anterioridad a la entrada en vigor de la nueva Ley de Memoria Democrática se emitieron un centenar de querellas por parte de represaliados, todas ellas archivadas en primera instancia. Tras la nueva ley, una nueva tanda de denuncias han sido presentadas, una de ellas, la de Julio Pacheco Yepes, la primera que consigue su admisión a trámite.
Pacheco Yepes, miembro de una organización estudiantil antifranquista, tenía 19 años cuando fue arrestado por la policía secreta, en agosto de 1975, apenas tres meses antes del fallecimiento de Franco. En la Dirección General de Seguridad, en el centro de Madrid, fue torturado durante días, según su testimonio, para luego ser encarcelado bajo acusación de terrorismo. Casi 50 años después de esos hechos, Pacheco Yepes presentó en febrero una querella contra sus cuatro torturadores en un tribunal en Madrid, que decidió admitirla a trámite, algo que hasta ahora no había hecho ningún tribunal español.
Según el auto al que ha accedido la agencia AFP, la jueza Ana María Iguácel constató “la posible existencia” de delitos de “crímenes de lesa humanidad y torturas”, y convocó a Pacheco Yepes a declarar, primero en julio, en una cita que fue suspendida, y luego este viernes. La jueza Iguácel también ha solicitado tomar declaración a los acusados y pidió la documentación del caso a la policía y al Archivo Nacional, tras lo cual debe decidir si abre juicio o archiva el dosier.
Uno de los acusados por Pacheco Yepes es José Manuel Villarejo, una oscura figura implicada en numerosos escándalos relacionados con la élite económica y política, condenado en junio pasado a 19 años de cárcel por espionaje.
“Un hito importante”
Poder declarar ante un juez es “un hito importante”, dijo a la AFP Pacheco Yepes, de 67 años, quien afirmó esperar que su testimonio abra “una grieta en el muro de impunidad que hemos sufrido durante tanto tiempo” y sirva para que los tribunales sean “más permeables a las próximas denuncias que vengan”.
Desde la Coordinadora Estatal de Apoyo a la Querella Argentina (CEAQUA), a través de la cual se apoyan las víctimas de la dictadura, “quieren demostrar que las torturas que sufrió Julio Pacheco no son un hecho aislado, sino que se enmarcan en un clima de represión sistémica, y por tanto es un crimen de lesa humanidad que no prescribe”, publicó el medio español El Salto.
Hasta ahora, pese a los llamamientos de Naciones Unidas, la justicia española había rechazado todas las denuncias de víctimas de la dictadura (1939-1975), alegando la prescripción de delitos y, sobre todo, la Ley de Amnistía de 1977, que perdonó los delitos cometidos por los opositores políticos, así como también por los agentes del orden público.
Amnistía Internacional España también publicó un mensaje en su cuenta de X en apoyo a Pacheco. “Hoy estamos con él”, escribió la organización junto al hashtag “#LaPrimeraDe100”.