Declarado no culpable a un presunto mafioso por el robo a Lufthansa en 1978

El robo inspiró la película “Buenos Muchachos”, de Scorsese.

Vincent-AsaroVincent Asaro, el líder del clan familiar de los Bonano, fue declarado no culpable este jueves por su papel en el atracto que tuvo lugar en 1978 en un edificio de la aerolínea Lufthansa en el aeropuerto internacional Kennedy y que inspiró la película Uno de los Nuestros (Goodfellas, en su título original en inglés), de Martin Scorsese.
La detención del octogenario Asaro el pasado enero de 2014 por este caso, tres décadas después, suponía el cierre a unos de los crímenes por resolver más famosos de Estados Unidos. Pero un jurado de la corte federal de Brooklyn le ha absuelto de asesinato, extorsión y otros delitos, según han informado medios locales. Hasta hoy, la única persona condenada por el atraco de Lufthansa es Louis Werner, un trabajador del aeropuerto que ideó la operación y ofreció información clave a los autores para librarse de sus deudas de juego.
El veredicto de este jueves es un varapalo para los fiscales federales en el que puede ser uno de los últimos grandes juicios para erradicar un crimen organizado que vivió su apogeo hace décadas.
Los fiscales sostenían que Asaro esperaba en un coche como anzuelo junto con otro gánster, Jimmy Burke, a una milla del aeropuerto cuando un grupo de hombre enmascarados robaron seis millones de dólares en efectivo y joyas (hoy tendrían un valor de 20 millones) del edificio de Lufthansa.
El robo quedó inmortalizado en el filme de Scorsese, de 1990, que se llevó un óscar al mejor actor de reparto y en el que Robert De Niro interpretaba el papel de Burke, a quien durante mucho tiempo se consideró el cerebro de la operación.
Según la Fiscalía, Asaro y el difunto mafioso James “Jimmy the Gent” Burke acabaron con la vida de Paul Katz y enterraron su cuerpo, que años después fue exhumado y trasladado a petición de Burke, que estaba en la cárcel y temía que la policía diese con los restos.
La acusación se basó, en gran parte, en la cooperación de Gaspare Valenti, primo de Asaro, que había aceptado trabajar con las autoridades en la investigación de las actividades de la Mafia neoyorquina.
La defensa cuestionó a lo largo del proceso la credibilidad de los testimonios de Valenti, que ayudó a la policía a efectuar grabaciones en las que supuestamente el acusado admitía los hechos.