El presidente de la Sociedad de Patrones de Pesca, Luis Ignoto, señaló esta mañana en la 99.9 los problemas que está teniendo la flota de lanchas amarillas, no sólo por la reducción de embarcaciones, sino también por las medidas que quiere imponer el área legal de la Subsecretaría de Pesca.
El sector pesquero tiene distintos problemas que debe tratar y ahora, se ha sumado la problemática de las lanchas amarillas que cada vez son menos y además, tienen que afrontar ciertas medidas que afectarán la actividad. Esta mañana, en la 99.9, habló al respecto el presidente de la Sociedad de Patrones de Pesca, Luis Ignoto quien remarcó la baja en cantidad de embarcaciones: “hay 32 lanchas, 4 no están operativas y 28 sí. En el año 98 teníamos cerca de 85 embarcaciones de esas características y en la década del 70 me cuentan que han llegado a ser 250. Con el correr del tiempo fueron vendiéndose, trasladándose al sur, especialmente a Rawson”, detalló. Además, agregó que “en los últimos años se han vendido casi todas más por sus permisos que por otra cosa y esos mismos permisos fueron a ampliar bodegas de los barcos más grandes”.
A una situación delicada, se le sumó la obligación de sumar un sistema de monitoreo para el cuál estuvieron exceptuados todos estos años. Ignoto señaló que “en la última semana recibimos las primeras notificaciones del área legal de la Subsecretaría de Pesca de Nación donde se indicaba a algunos de nuestros permisionarios que ante la renovación del permiso nacional quedaba dispuesta a la disponibilidad del servicio satelital. Desde 2003 que comenzó esta modalidad nosotros estábamos exceptuados”.
La idea es que todas las lanchas lo tengan e instalen un sistema que no servirá demasiado. “Nos quieren controlar en todas las especies que estén a nuestro alcance, pero nos eximieron en 2003 porque nos consideran una flota que no tiene incidencia en la pesca total. Después empezaron a poner variaciones de eslora, tomando barcos más grandes”, recordó.
La justificación para esta medida, estaría en un acuerdo que firmó el Subsecretario de Pesca, Miguel Bustamante, con Uruguay para que la flota uruguaya tenga el mismo mecanismo argentino y puedan ser controlados en áreas de zona común: “la autoridad nuestra puede ver nuestros barcos, pero no pueden ver los uruguayos, se escapan al control de prefectura. A partir de 2015 los controles de ambos países deberán contar con ambos monitoreos”, explicó.
La solución parece estar al alcance de la mano, porque después de la reunión que tuvieron ayer por la tarde, se encontró un camino por el cuál canalizar el reclamo y mantener la excepción para las lanchas amarillas. “Ayer nos reunimos con Bustamante, nos entendió y pidió que hagamos una presentación al Consejo Federal Pesquero para extender esa eximición. Para nosotros resulta un costo innecesario para una flota que está vapuleada, en franca desaparición que de 365 días sale 100 días. Haremos la presentación y veremos que pasa”, concluyó.