Apunta a quienes dijeron que era una desaparición forzada.
En una nueva derivación judicial del caso Santiago Maldonado, la Gendarmería Nacional se aprestaba a radicar hoy en el Juzgado Federal de Esquel una denuncia penal en la que pide que se investigue por asociación ilícita “a los artífices intelectuales y materiales de instalar, no solo en el marco de las causas judiciales, sino también en la comunidad, los medios masivos de comunicación y organismos internacionales, la falsa hipótesis” de que Santiago Maldonado había sido “detenido y desaparecido por personal” de esa fuerza.
Ese es el objetivo principal de la denuncia, de siete fojas, firmada por los letrados de la Gendarmería Manuel Barros y Mauricio Castro, a la que accedió LA NACION. En ella también se incluyen imputaciones por falso testimonio a tres militantes mapuches: Claudina Pilquiman, Matías Santana y Ariel Garzi.
Fundada en el art. 210 del Código Penal (CP), que reprime con prisión o reclusión de tres a diez años, al que tomare parte en una asociación o banda de tres o más personas destinada a cometer delitos, y amparada además en la figura criminal de los partícipes necesarios (art. 45 del CP), la denuncia apunta a que la Justicia investigue “cómo y quiénes orquestaron la maliciosa imputación a la fuerza por la desaparición” del joven tatuador.
Según pudo saber LA NACION, la denuncia va en sintonía con otras próximas presentaciones judiciales por parte de diputados de Cambiemos que también exigirán que se investiguen las presuntas responsabilidades penales entre quienes intentaron influir en los resultados electorales del año pasado a través de estas imputaciones.
A diferencia del planteo judicial del Ministerio de Seguridad en los casos de ocho falsos testimonios denunciados, la Gendarmería se ciñe solo a tres militantes mapuches “que faltaron a la verdad al omitir, maliciosamente”.
Peritaje por el DNI del joven
El juez Gustavo Lleral hizo lugar a un medida pedida por la familia de Santiago Maldonado, que aún sospecha que el cuerpo del joven pudo haber sido plantado, a pesar de que la autopsia arrojó que el tatuador murió por asfixia por inmersión, ayudado por un estado de hipotermia. El magistrado le solicitó al Ministerio del Interior tres DNI con datos ficticios para verificar su resistencia al agua del río Chubut. En un bolsillo, Maldonado tenía su documento, que se encontraba en buenas condiciones a pesar del paso del tiempo.