Asensio Rodríguez, director de Comunicación de Greenpeace Argentina, habló con la 99.9 y brindó detalles de las gestiones que están realizando para seguir la situación de los activistas detenidos en Rusia. “Está todo el cuerpo de abogados de la organización desplazado allí. Otros equipos trabajan desde la Sede Central en Holanda. También están los que han puesto los cuerpos diplomáticos de los distintos países”, declaró.
Ayer trascendía en diarios europeos que los activistas de Greenpeace detenidos en Rusia denunciaban condiciones infrahumanas en sus ámbitos de detención. Por eso, Asensio Rodríguez explicó que en las cárceles donde están detenidos no tienen cubiertas las condiciones mínimas. Además, para las audiencias con los jueces los están transportando en vehículos policiales que tampoco cumplen las mínimas condiciones para transportar gente. Por otro lado, confirmó que las autoridades rusas, Greenpeace y la Cancillería están suministrando todo lo que necesitan los activistas para compensar esas faltas. “Se les está llevando ropa de abrigo, menúes para las personas que son vegetarianas y frutas frescas. A diario están recibiendo distintos envíos por parte de la organización. Esto es algo que hemos anunciado públicamente”, resaltó.
En resumidas cuentas, los activistas están detenidos a disposición de la Federación Rusa, fueron acusados de piratería por el tribunal de Murmansk, han sido separados en distintos lugares y pasan frío, dadas las condiciones climáticas del país y la falta de calefacción. Vale recordar que Murmansk es una ciudad del norte de Rusia donde la temperatura media es de 4° en invierno.
Asensio Rodríguez, explicó: “está todo el cuerpo de abogados de la organización desplazado allí. Otros equipos trabajan desde la sede central en Holanda. Y están los que han puesto los cuerpos diplomáticos de los distintos países”. Además, señaló que la estrategia legal para la defensa no es la única herramienta que tienen. La diplomacia, desde el primer momento, se puso en funcionamiento y distintos países han llevado adelante acciones. Por ejemplo, el gobierno de Holanda denunció a las autoridades rusas ante la ONU por la apropiación y el asalto ilegal al barco. Otros países, como Argentina, también actuaron. Y Greenpeace está manifestando públicamente la situación, y ya sumaron más de un millón de adhesiones pidiendo la liberación.
También explicó que, a pesar de la opinión del presidente ruso, la decisión judicial resulta, “como mínimo, extraña”. Finalmente, indicó: “hay unos enormes intereses en el mundo del petróleo que tienen sus pasos cortos en el Ártico y en la exploración de ese 30% de recursos petroleros que quedan allí. Eso es lo que hay detrás de esto. Lo externo es una capa que adorna la intención de decir: ‘aquí nadie hace el intento de amedrentar cualquier voluntad de crítica de protesta contra unos intereses como son los del petróleo’”.