La Auditoría General de la Nación (AGN) derogó ayer el plan que había impulsado el titular del área, Ricardo Echegaray, para efectuar controles al Gobierno “en tiempo real”, y aprobó un curso de acción que “establece” que el organismo examinará este año la “última parte” de la gestión de la ex presidenta Cristina Fernández.
Alejandro Nieva, uno de los cuatro integrantes del directorio de la AGN, señaló que en una reunión efectuada en el Colegio de Auditores “se decidió derogar el plan aprobado el miércoles anterior” por Echegaray y respaldar un curso de acción que “resuelve la polémica sobre qué tiene que auditarse”, por lo cual se examinará el último tramo de la gestión kirchnerista.
Echegaray había impulsado la semana pasada un plan para auditar al gobierno macrista “en tiempo real”, lo que dejaba fuera de examen el último tramo de la gestión de Fernández de Kirchner, aunque en la reunión de ayer se aprobó el plan “que se elaboró en 2015 para 2016” con el respaldo de “los 4 miembros” del directorio, indicó Nieva.
Echegaray había anunciado que se abstendría de participar en investigaciones vinculadas a la Afip, organismo que presidió hasta 2015, y que auditaría “en tiempo real” las “variables económicas”, las medidas del Gobierno “respecto del empleo público” y las gestiones de Aerolíneas Argentinas y el programa Fútbol para Todos.
El funcionario informó que el Colegio de Auditores de la AGN había aprobado “por unanimidad” y “sin disidencias marcadas” el Plan Operativo Anual (POA) y el Programa de Acción Anual (PAA), lo que despertó el rechazo del resto del directorio y hasta amenazas de destitución” por parte de Cambiemos.
El jefe de la Afip durante el gobierno de la ex presidenta había adelantado que este año auditaría el ministerio de Modernización y su política de despidos; el acuerdo del Gobierno con los holdouts; las tarifas de servicios públicos y la gestión del Ente Nacional de Comunicaciones (Enacom), entre otros temas. Pero los tres auditores se opusieron al POA presentado y advirtieron que el dirigente kirchnerista efectuó “cambios sin ningún tipo de conversación ni planteo”.