Cerca de 3.400 vecinos de Génova han sido evacuados por precaución y sólo podrán regresar a sus viviendas a partir de las 22 horas de este viernes.
Casi 11 meses después de la tragedia del Puente Morandi de Génova, los dos últimos pilares del viaducto han sido derribados. En sólo seis segundos, una tonelada de dinamita y varios kilos de explosivo causaron la implosión controlada de lo que aún quedaba en pie de la mole de cemento armado que unía las dos partes de la ciudad, cuyo colapso en agosto del año pasado acabó con la vida de 43 personas y obligó a un centenar a abandonar sus hogares.
La operación, dirigida por el experto en explosivos Danilo Coppe, se produjo entorno a las 9.37 de la mañana de este viernes, poco más tarde de lo previsto. Varios chorros de agua se pusieron en marcha mientras se desplomaba la estructura para evitar la difusión de partículas de polvo. 3.400 vecinos fueron evacuados por precaución y sólo podrán regresar a sus viviendas a partir de las 22 horas.
Durante la explosión controlada a través de 15 cargas fueron derribados los pilares 10 y 11 del puente construido en los años 1960. Cerca de 20.000 metros cuadrados de detritos fueron depositados en las zonas limítrofes. Una gran nube de polvo envolvió la zona, mientras que las viviendas que se encontraban más próximas a la estructura fueron evacuadas en agosto y abatidas hace semanas.
Los dos vicepresidentes del Gobierno italiano, Matteo Salvini y Luigi Di Maio, acompañaron al alcalde de la ciudad, Marco Bucci, y al presidente de la región, Giovanni Toti, durante la operación.
La inauguración del nuevo puente, diseñado por el arquitecto genovés Renzo Piano, está prevista para mediados de 2020.