El nuevo cuerpo podría aclarar si hay una supertierra más allá de Plutón.
Un equipo de astrónomos ha descubierto el objeto más lejano dentro del sistema solar. Se trata de un planeta enano que es el primero que se ha observado a más de 100 veces la distancia entre el Sol y la Tierra. Si el promedio de separación entre estos dos cuerpos es de 150 millones de kilómetros —una unidad astronómica—, el nuevo objeto está 120 veces más lejos, a unos 18.000.000.000 kilómetros. Hasta ahora, el objeto más lejano conocido era Eris, a 96 unidades astronómicas, mucho más distante que Plutón, a 39,5.
El Centro de Planetas Menores de la Unión Astronómica Internacional ha anunciado hoy la existencia de este cuerpo. Su nombre oficial es difícil de recordar —2018 VG18— pero sus descubridores lo apodan Farout, que en inglés significa tanto distante como excéntrico, dos señas de identidad de este objeto en los confines del sistema solar.
Los estadounidenses Scott Sheppard, de la Institución Carnegie, David Tholen, de la Universidad de Hawái, y Chad Trujillo, de la Universidad del Norte de Arizona, han descubierto el nuevo planeta por casualidad. Lo que realmente buscaban es un planeta varias veces mayor que la Tierra que sería el noveno conocido tras Mercurio, Venus, Tierra, Marte, Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno. Aunque por ahora no se ha podido observar este planeta X, el equipo de astrónomos cree que existe por la supuesta influencia que ejerce su gravedad en otros cuerpos de menor tamaño, como El Duende, un planeta enano a 80 unidades astronómicas descubierto el pasado octubre.
El 10 de noviembre el telescopio japonés Subaru en la cima del volcán hawaiano Mauna Kea captó la primera imagen del planeta enano. La observación fue confirmada por otro telescopio en el Observatorio de Las Campanas, en Chile, este mismo mes.
“2018 VG18 está más lejos y se mueve más despacio que cualquier otro objeto del sistema solar, por lo que nos llevará años determinar cuál es su órbita”, explica Sheppard en un comunicado de prensa. El planeta fue hallado “en un punto del cielo cercano al de otros de los cuerpos más lejanos conocidos, por lo que puede que tenga una órbita similar al resto. Las similitudes en las órbitas de muchos de estos objetos son la base para la posible existencia de un planeta masivo a varios cientos de unidades astronómicas que influye en sus órbitas a distancia”, resalta el astrónomo.
El nuevo planeta tarda más de 1.000 años en dar una vuelta al Sol. Por su brillo calculan que tiene unos 500 kilómetros de diámetro y un color rosado que generalmente delata la presencia de gran cantidad de hielo.
El astrónomo español Guillem Anglada-Escudé cree que probablemente se descubrirán más planetas enanos incluso más lejanos. “Tiene que haber decenas de ellos y cuando haya suficientes se podrá tener una mejor idea de la dinámica de estas órbitas lejanas, lo que es un registro fósil de la formación del sistema solar y debería ir afinando la existencia o ausencia del planeta X que, si las simulaciones son correctas, podría estar a 500 unidades astronómicas”, señala.