Un grupo de científicos ha descubierto un nuevo complejo enzimático que es capaz de hacer que las células dejen de envejecer y detener el crecimiento algunos tipos de cancer.
Investigadores de la Universidad de Montreal y de la Universidad McGill, ambas en Canadá, han descubierto un grupo de enzimas que es clave en el mecanismo que hace que las células envejezcan. También han observado que cuando se inhabilita su funcionamiento en células cancerígenas puede detener su crecimiento.
Ya conocemos muchos de procesos metabólicos que ocurren en nuestro cuerpo, pero hay algunos que todavía se nos escapan. Los investigadores canadienses han descubierto uno que hasta ahora era desconocido y que tiene como protagonista una combinación de enzimas llamada HTC.
“Lo encontramos realizando análisis metabolómicos de última generación, el estudio de los procesos químicos del metabolismo celular“, comenta Ivan Topisirovic, investigador y profesor de medicina de McGill y uno de los autores de este estudio que ha sido publicado en la revista Molecular Cell.
Su participación es clave para evitar la senescencia celular: un proceso que sufren algunas células cuando se daña su ADN y que les impide morir del todo. Estas células se quedan vagando en nuestro organismo como si fueran zombis y contribuyen al envejecimiento y al desarrollo de enfermedades relacionadas con la edad como el alzhéimer, la diabetes o algunos tipos de cáncer. “La HTC protege a las células de la hipoxia, una falta de oxígeno que normalmente las lleva a la muerte”, dijo el autor principal Gerardo Ferbeyre, profesor de bioquímica de la Universidad de Montreal.
Clave también para tratamientos anticancerígenos
Las enzimas son unas moléculas que actúan como catalizadores que aceleran la velocidad de las reacciones químicas dentro del cuerpo. Según los investigadores, la HTC está formada por tres: piruvato carboxilasa, malato deshidrogenasa 1 y enzima málica 1.
Los investigadores han observado que la presencia de HTC en las células cancerígenas sirve de estímulo para su crecimiento y reproducción. “Es importante destacar que la HTC puede ser secuestrada por ciertas células cancerosas para mejorar su metabolismo, resistir a un ambiente hipóxico y proliferar”, explica Ferbeyre.
Todas estas enzimas, afirman los investigadores, estaban muy presentes en muestras obtenidas de un modelo de ratón con cáncer de próstata creado por científicos de la Universidad de Medicina Veterinaria de Viena, en Austria. Pero también en muestras de pacientes con cáncer de próstata.
Los científicos fueron capaces de recrear la HTC en su laboratorio a partir de proteínas purificadas y obtener datos biofísicos sobre su composición. Ahora, el equipo está buscando cómo generar una estructura en alta resolución del complejo enzimático para diseñar fármacos capaces tanto de tratar el cáncer como de parar la senescencia.
“Lo más interesante es que la inhibición de estas enzimas detuvo el crecimiento de las células de cáncer de próstata, lo que sugiere que la HTC podría ser un elemento clave para desarrollar nuevas terapias para una variedad de cánceres, incluido el de próstata”, afirma Ferbeyre.