Los pequeños, que vivían en condiciones infrahumanas, eran entrenados para llevar a cabo “futuros tiroteos escolares”.
Sin electricidad, rodeados de basura y con escasez de agua y comida, así fueron encontrados el pasado viernes 11 niños en el condado de Taos, Nuevo México (EE.UU.), en un campamento rodeado de neumáticos cerca de la pequeña localidad de Amalia, en medio del desierto.
“Nunca había visto nada como esto” dijo el jefe de Policía del condado de Taos, Jerry Hogrefe, cuando se produjo el hallazgo. Nuevos datos de la investigación que se han dado a conocer, además de confirmar las condiciones de desnutrición y miseria en la que se encontraban los pequeños, apuntan a que el líder del campamento se dedicaba a entrenar con armas a los niños para, en un futuro, llevar a cabo “tiroteos escolares”.
Entre los 11 niños liberados, se halló el cadáver de uno, y sus edades comprenden entre 1 y 15 años. Actualmente se encuentran bajo custodia protectora. El jefe de policía declaró que “parecían refugiados del tercer mundo”, haciendo referencia a la situación infrahumana en la que se encontraban cuando fueron descubiertos, sin zapatos, desnutridos y vestidos con harapos.
El principal sospechoso y padre del único niño hallado muerto es Siraj Ibn Wahhaj, de 39 años. Su mujer lo denunció el pasado mes de diciembre por haber secuestrado a su hijo en Atlanta. El pequeño sufría mareos, no podía caminar por él mismo y requería de atención médica constante. Lo último que su padre dijo fue que pretendía practicarle un exorcismo, pero su mujer no volvió a verlos.
Otros cuatro adultos, un varón y otras tres mujeres, fueron detenidos por la Policía durante el operativo, considerados “extremistas de creencia musulmana”. Las mujeres son presumiblemente las madres de los 11 niños que vivían allí y actualmente se encuentran en prisión sin fianza a la espera de declarar ante el juez. Por su parte, los dos hombres estaban fuertemente armados con cuatro pistolas cargadas y un rifle de asalto AR-15 con 30 cargadores.
La policía acusa a Wahhaj de ser el líder del extraño grupo. Según ha informado la agencia AP, en 2006 presentó una demanda por sentirse acosado por las autoridades aduanas del aeropuerto JFK de Nueva York en uno de sus viajes a Marruecos. En la denuncia detalló que se había sentido acosado por ser “hijo del famoso imam Siraj Wahhaj”, un polémico imam que predica en Brooklyn.
Siraj Wahhaj fue seguido por la policía tras la denuncia de su mujer y fue con la ayuda del FBI que la investigación llegó hasta Nuevo México, donde la policía del condado de Taos, cerca de la frontera con Colorado, consiguió hallar el campamento.