Descubren qué mató a más de 30 ballenas halladas en Península Valdés

En total, fueron 30 cetáceos que aparecieron en estado de putrefacción en la costa de Chubut, en su mayoría hembras. Qué es la “marea roja”.

La aparición de seis ballenas muertas en Península Valdés el pasado 24 de septiembre inquietó a las autoridades de la provincia de Chubut. La preocupación fue en aumento con el correr de los días. Es que la cifra llegó a 30 cetáceos muertos en la zona mundialmente famosa por el turismo ballenero y el misterio acaparó la escena.

Había una primera hipótesis sobre el posible disparador de las muertes. Y fue esa misma conjetura a la que llegaron los especialistas del Instituto de Conservación de Ballenas (ICB) tras los resultados de las necropsias.

El fenómeno fue ocasionado por la denominada “marea roja”, cuyas consecuencias se encuentran en bivalvos y mariscos -que se vuelven no aptos para el consumo humano- y que, se supo ahora, contiene una toxina letal para la fauna marina que crece en proliferaciones anómalas de algas.

“La investigación realizada hasta la fecha sostiene la hipótesis según la cual la mortandad de ballenas se debió a una floración algal nociva en el Golfo Nuevo”, precisó el ICB este viernes en su sitio oficial.

A partir del 10 de octubre no se registraron nuevas muertes de ballenas. Justamente esa fecha coincidió con un marcado descenso en la abundancia de la especie productora de toxinas paralizantes en el plancton -el alimento de los cetáceos- y en los niveles de biotoxinas en moluscos del Golfo Nuevo que baña la emblemática península chubutense.

El parte informativo detalló que de las 30 ballenas encontradas muertas en el Golfo Nuevo, sobre la cara sur de Península Valdés, entre el 24 de septiembre y el 11 de octubre, había 26 adultas y 4 juveniles.

De las ballenas adultas 19 eran hembras, 2 machos y 5 no identificados. De los juveniles, uno era macho y 3 no identificados.

Las toxinas afectaron principalmente a hembras adultas por la mayor demanda energética por estar amamantando a sus crías en los golfos de Península Valdés, donde migran las ballenas cada año para esa tarea que se volvió atractivo turístico. Además, suelen alimentarse de plancton en primavera.

Muchos de los cetáceos fueron encontrados en un avanzado estado de descomposición. Es por eso que se llevaron a cabo necropsias de seis ballenas, las que mejores condiciones presentaban para realizar diagnósticos confiables.

Además, se colectaron muestras parciales, sin abrir cavidades, en otras tres ballenas que se encontraron en áreas de uso público y no pudieron ser remolcadas hacia otro sitio.

“No fue posible colectar muestras de 13 ballenas: 4 que vararon en áreas de uso público y 9 que estaban en avanzado estado de descomposición al momento del hallazgo o fueron removidas por el mar antes de ser examinadas” se explicó en el informe.

Los especialistas continuaban trabajando para examinar las 8 ballenas restantes, todas encontradas en avanzado estado de putrefacción y en playas aisladas y de difícil acceso en el Golfo Nuevo.

Días atrás, el subsecretario de Pesca de la provincia de Chubut, Jorge Lopardo, había alertado que los niveles de toxina de la denominada marea roja llegaron a un récord en esta temporada.

“El nivel de toxinas paralizantes en moluscos llegó a las 107 mil unidades cuando normalmente no superaba los 400, lo que marca un récord histórico en la provincia. Esto nunca había pasado”, exclamó.

Qué ingirieron las ballenas que murieron en Chubut

Las conclusiones del trabajo se sintetizan en 9 puntos, entre los que se destaca que “las ballenas examinadas habían ingerido diatomeas Pseudo-nitzschia spp. y/o dinoflagelados del género Alexandrium complejo catenella/tamarense, productores de biotoxinas capaces de causar la muerte de aves y mamíferos marinos, incluyendo grandes ballenas”.

Además se detalla el hallazgo de “biotoxinas del grupo paralizante de moluscos tanto en el contenido gastrointestinal como en diversos tejidos y fluidos de las ballenas muertas examinadas”.

“Las toxinas detectadas fueron neosaxitoxina en orina de 2 ballenas y en contenido intestinal de 1 ejemplar, en la cual además se halló saxitoxina y gonyautoxinas (estas en menor medida) y también saxitoxina en contenido intestinal de 1 ballena e hígado de 2”, agrega el ICB.

La muerte de las ballenas se observó además en simultáneo con la aparición de ejemplares sin vida de aves y lobos marinos, en los que también se comprobó la presencia de toxina paralizante de moluscos en cantidades significativas.

La ballena Franca Austral es el principal recurso turístico de la provincia de Chubut. Este año hubo récord de presencia en la costa: alrededor de 1.500, la mayor cantidad en los últimos 50 años.

La aparición de los ejemplares muertos no alteró para nada la temporada de avistaje que continúa a todo ritmo y con una importante cantidad de turistas.