Investigadores de la McGill University de Montreal, Canadá, aseguran que las mismas células del cerebro que “se activan” al consumir pueden estimularse para evitar recaídas.
Un tipo de célula cerebral llamada microglia, la misma que “se activa” al consumir, puede reducir los efectos de la cocaína y evitar que los adictos recaigan en su utilización, según un estudio de la McGill University de Montreal.
El descubrimiento fue publicado en la revista científica Neuron y explica por primera vez que la microglia, célula inmune que protege el sistema nervioso, puede disminuir los cambios adversos que genera el uso crónico de la droga y podría usarse en tratamientos contra la adicción, con resultados mucho más afectivos que los conseguidos hasta ahora.
La labor de la la microglia es constantemente monitorear el entorno y mantener el normal funcionamiento del cerebro. Cuando encuentra algo malo, puede producir moléculas que guían a las neuronas para que se adapten. Esto vieron en el experimento en el que se basaron, que constó en inyectar cocaína en ratones regularmente.
Luego de un tiempo, la microglia en sus cerebros comenzó a funcionar en contra del efecto dañino, produciendo factor de necrosis tumoral (TFI, por sus siglas en inglés) que reprimió la sinapsis relacionada con el uso de la droga. Más tarde en la investigación, la respuesta inmune de los animales disminuyó y así su capacidad de resistirse a la adicción a la droga.
“Lo que se activa causa la liberación de una señal inflamatoria que luego trata de revertir las modificaciones que la cocaína genera en las neuronas”, explica en el estudio el Dr. David Stellwagen, investigador y profesor del Departamento de Neurología y Neurocirugía de la McGill University. En otras palabras, la misma célula que desordena, puede poner todo en su lugar con la ayuda de otros químicos. Si bien no se trata de una cura, implementar este descubrimiento puede evitar la necesidad de consumir, evitando la recaída de la abstinencia y ayudando al tratamiento de recuperación.