Un cardiólogo británico, muy importante en su área, desmitifica los riesgos de salud que provoca el consumo de manteca o carnes rojas.
Las grasas saturadas de productos como la manteca, la leche o la carne roja han sido señaladas como responsables de las principales enfermedades cardiovasculares.
Sin embargo, un estudio publicado por la revista británica “British Medical Journal” indica que su consumo no resulta perjudicial para la salud.
El cardiólogo británico Aseem Malhotra, uno de los más prestigiosos en Reino Unido, afirma que la ingesta de productos bajos en grasa incrementa, paradójicamente, el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares.
Según dice, los productos light presentan un alto contenido de azúcares añadidos, ya que la industria alimentaria ha sustituido las grasas eliminadas en los alimentos por edulcorantes y azúcares para compensar la falta de sabor.
Ciertas estadísticas indican que el 75% de las personas que llegan a los hospitales con un infarto tienen “concentraciones de colesterol totalmente normales”. De todas maneras, hay que saber diferenciar entre las denominadas “grasas trans”, que se encuentran en la comida rápida, pastelería y margarina, que sí son perjudiciales; y las grasas de la leche, el queso y la carne que no representan ningún riesgo para la salud. Los productos lácteos, además de contener vitamina D, cuentan con calcio y fósforo, que pueden ayudar a reducir la presión arterial. Comer carne procesada se ha vinculado a menudo con mayores tasas de enfermedades del corazón y diabetes, pero en ningún caso, la ingesta de carne roja.
Malhotra aboga por una alimentación sana en lugar de recurrir a los preparados químicos. “Adoptar una dieta mediterránea tras un ataque al corazón es casi tres veces más efectivo que tomar una estatina para reducir la mortalidad”, afirma.