Se trata de un programa piloto impuesto por la Cámara de Taxistas de la ciudad para evitar fraudes a los pasajeros. En un año, fueron despedidos cinco mil taxistas por antecedentes criminales.
El número de quejas a la Cámara de Taxistas de Estambul alcanzó cifras exorbitantes y muchas denuncias hablan de fraudes o actividades criminales. Por tal motivo, este organismo puso en marcha un programa piloto que exige a los conductores de taxis presentar un certificado de antecedentes penales para recibir su licencia. A quienes se les detectaron antecedentes, en total unos cinco mil conductores, se los despidió. “Nuestra profesión estaba en una situación en la que incluso los ‘yonquis’ podían convertirse en taxistas”, asegura Yahya Ugur, líder de la Cámara.
Una vez que comenzó a funcionar el programa, las quejas disminuyeron. “De las 2.782 quejas que la Cámara de Taxistas de Estambul recibió durante el año pasado, no hemos recibido ninguna sobre pequeña criminalidad, como engañar en los precios, devolver el cambio en billetes falsos a los clientes o fraudes. Además, las quejas sobre trato inadecuado a los clientes también se han reducido en un 2 por ciento”, asegura Ugur, y agrega que el 85 por ciento de los reclamos son por taxistas que se negaron a llevar al pasajero porque la distancia era muy corta.
El más común de los fraudes denunciados es el uso de la ruta más larga para cobrar más dinero. Otro hecho común se da cuando el cliente paga con un billete de 50 liras y el conductor aprovecha para cambiarlo por uno de 5 liras y decirle al pasajero que se equivocó. Hasta hace poco, ambos billetes eran del mismo tamaño y color, por lo que el cliente se disculpaba y abonaba la diferencia. Para evitar esto, el Banco Central de Turquía emitió un nuevo billete de 5 liras, de color más oscuro y difícil de confundir.
Se calcula que en Estambul existen unos 19.000 taxis con licencia y un número similar de taxis piratas. “Nuestro objetivo es volver a reinstaurar la conducción caballerosa, como antaño”, afirma Ugur.