El Presidente pidió unir esfuerzos para negociar con el FMI y aseguró que “la palabra ajuste está desterrada en la discusión”. El ministro de Economía informó que existen diferencias con algunos miembros del organismo sobre el “sendero fiscal”. Larreta fue el único mandatario que no asistió ni envió a un representante.
El presidente Alberto Fernández y el ministro de Economía, Martín Guzmán, se reunieron en el Museo del Bicentenario con gobernadores y representantes de todas las jurisdicciones, salvo el jefe de gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, que fue el único mandatario que no asistió ni envió funcionarios. Durante el encuentro, Guzmán brindó una conferencia pública que duró más de una hora, en la que explicó el origen de la deuda de US$ 44.000 que fue tomada en forma irresponsable por el expresidente, Mauricio Macri, recordó los números de crecimiento de la economía que se vivieron en el último año y dio todos los detalles del proceso de renegociación que están llevando adelante con el Fondo Monetario Internacional (FMI). El ministro especificó que hay divergencias con algunos países miembro del organismo sobre el “sendero fiscal” que deberá tomar el país en el próximo tiempo y que eso es lo que impide que ya haya un acuerdo cerrado. “La diferencia con el FMI es un programa de ajuste versus uno de crecimiento”, subrayó. Para el Presidente, “la palabra ajuste está desterrada en la discusión” porque “ajustar la economía” significaría “dejar de crecer”. En ese marco, aseguró que durante su gestión no habrá “tarifazos” y se experimentará una recuperación del salario. “Queremos que todos unamos esfuerzos para poder plantearle al mundo la necesidad de los países deudores de no encontrar en la postergación y en la falta de crecimiento una solución al problema de la deuda”, indicó.
“Nunca fue nuestro planteo ver cómo el gobierno de Alberto Fernández se saca el problema de encima, sino ver como Argentina encuentra los mejores caminos para alcanzar la mejor solución en un escenario muy complejo”, remarcó el jefe de Estado y destacó los apoyos internacionales que logró durante el G20 y el crecimiento de más de 10 puntos de la economía durante el último año. El mandatario agregó que el FMI “tiene que entender que el tiempo que estamos reclamando es producto de una deuda que ellos mismos dicen que no entienden ni cómo la otorgaron”.
Guzmán, minutos antes, había detallado que “los intereses de los acreedores son cobrar lo antes posible, pero la visión de nuestro Presidente es que primero que nada está cuidar los intereses de nuestra patria, asegurar la recuperación económica de la Argentina y poder tener una economía que ataque sus problemas sociales más importantes”. Luego se lamentó: “Necesitamos los dólares del FMI. A eso quedó expuesta la Argentina. Si no estuviera el FMI en el país no estaríamos teniendo esta reunión. Estaríamos hablando de cuál es el esquema de políticas económicas que queremos, pero sin tener que negociarlo con el resto del mundo”. Por último, resaltó que “en términos absolutos un buen acuerdo no existe”, pero que están buscando llegar a uno que sea bueno “en términos relativos”.
“El que pidió ajuste es EEUU. Falta acordar con ellos. No hay fecha, pero está pendiente una reunión con el Presidente Joe Biden”, puntualizaron en Casa Rosada a este diario y recordaron que las conversaciones con los estadounidenses son constantes y están a cargo del embajador Jorge Arguello –que dialoga con la pata política– y de Guzmán –que lo hace con el Fondo, sobre todo con Yanet Yellen, la secretaria del Tesoro de EEUU–. Sobre el estado de la negociación y las diferencias que existen con el socio mayoritario del Fondo, subrayaron que en el tema tarifas “no es tan grande la diferencia”, y que el Presidente “es optimista” sobre la posibilidad de que haya un acuerdo pronto. “Faltan semanas, estamos en la recta final”, confiaron desde su entorno. También confirmaron que Fernández viajará los primeros días de febrero a China –otro de los países miembros de gran peso–, cuando se cumplirán 50 años de la relación bilateral y que lo hará con una comitiva de 15 personas. No descartan que allí se pueda dar un encuentro con el presidente de Rusia, Vladimir Putin.
Mientras los jefes provinciales iban llegando a Casa Rosada y eran recibidos en su despacho por el ministro del Interior, Eduardo de Pedro, en el despacho del Presidente estaban reunidos Guzmán, Fernández y el jefe de Gabinete, Juan Manzur. Una vez que llegaron todos los invitados, cerca de las 17.30, el Presidente, Manzur, Guzmán, Wado, y el gobernador de PBA, Axel Kicillof, ingresaron juntos. La tarea de invitar a los gobernadores fue del ministro del Interior y del Presidente que en particular se centró en los opositores que hasta el día antes no habían confirmado que enviarían representantes. El de Larreta fue un caso especial. Primero dijo que no había sido invitado y después que no asistiría porque era una reunión “política”. Según comentaron a este diario, el propio ministro Guzmán le envió un mensaje por WhatsApp, que el jefe de gobierno porteño leyó y dejó sin responder. “Es un maleducado”, comentaron en Balcarce 50.
Los gobernadores que si se hicieron presentes, además de Kicillof, fueron el de Catamarca, Raúl Jalil; de Chaco, Jorge Capitanich; de Entre Ríos, Gustavo Bordet; de Formosa, Gildo Insfrán; de La Pampa, Sergio Ziliotto; de La Rioja, Ricardo Quintela; de Misiones, Oscar Herrera Ahuad; de Neuquén, Omar Gutiérrez; de Río Negro, Arabela Carreras; de Santa Fe, Omar Perotti; de Tierra del Fuego, Gustavo Melella; y de Tucumán, Osvaldo Jaldo. Los gobernadores de San Luis, Alberto Rodríguez Saá; Santiago del Estero, Gerardo Zamora; y Santa Cruz, Alicia Kirchner, estuvieron mediante videoconferencia. De Corrientes, Jujuy, Salta y San Juan asistieron los vicegobernadores y Chubut, Córdoba, Mendoza, mandaron representantes.
Desde Casa Rosada se mostraron muy conformes con el resultado de la reunión y expresaron que “con el encuentro de hoy no solo le hablamos a los argentinos de manera transparente y abierta, mediante una práctica democrática muy fuerte, sino al mundo entero y al Fondo”. La génesis de la reunión fue la firma del pacto fiscal, cuando los gobernadores comenzaron a plantear al Presidente inquietudes sobre el acuerdo y Fernández les dijo que lo mejor sería que Guzmán les explique todo con detalle. Los gobernadores de la oposición ausentes, pero que sin embargo mandaron representantes, tendrán una reunión similar con Guzmán la semana que viene, en la que también estarán presentes los jefes de los bloques radical y el presidente del bloque del Pro en diputados, Cristian Ritondo. También asistirán el titular de la Cámara de Diputados, Sergio Massa, y los jefes de bloque del oficialismo en Diputados, Máximo Kirchner, y en Senadores, José Mayans.
Luego de las exposiciones de Guzmán y Fernández, hablaron los jefes provinciales. Primero lo hizo el gobernador de Santa Fe, luego Capitanich y más tarde Kicillof. El gobernador de Buenos Aires señaló que “es importantísimo conocer esta información para todos los que tenemos responsabilidad de gobierno, para todo el país y aquellos que se llenan la boca con informaciones absolutamente falsas”. Luego, agregó que el plan de Cambiemos fue poner un cartel que decía “vengan a timbear a la Argentina”, y en ese momento “avisamos que eso iba a tener estos resultados”. Explicó que el crédito, además de excepcional, fue “fallido y fracasado, un desastre, una bomba atómica”.
Kicillof hizo una mención especial para la oposición: “no vinieron al Congreso cuando tomaron el crédito y ahora se quejan de que hacemos más reuniones de las que creen convenientes”, dijo y alertó “me temo, Alberto, que están planeando no acompañar cualquier acuerdo, porque ni siquiera acompañaron el presupuesto”. Luego, en conferencia de prensa, Kicillof agregó que “el grado de avivada no tiene límites”. Rodríguez Saá, a su turno, dijo que para él había que desconocer la deuda y denunciarla por ser “odiosa”. Fernández le recordó que “nosotros hemos iniciado acciones judiciales, denunciando penalmente a los responsables y esperamos que la Justicia se ocupe”.