La medida fue anunciada por el Ministro del Área en una reunión con los empresarios del sector. Se apunta, inicialmente, a retribuir el impuesto a quienes se hospeden en hoteles dentro del país, pero podría ampliarse el beneficio hacia otros consumos. El plan es poner la iniciativa en marcha en un mes.
En el comienzo de segundo semestre “prometido” al sector privado, en el que deberían empezar percibirse las primeras señales de reactivación después de una larga etapa de ajuste, el Gobierno avanza para poner a punto una medida que buscará apuntalar una de las actividades más comprometidas de la economía: la devolución del Impuesto del Valor Agregado (IVA) a los extranjeros que se hospeden en el país.
La iniciativa, que tendrá un costo fiscal estimado de $600 millones, tiene como objetivo asegurar una recuperación del sector pasadas las vacaciones de invierno: hacer más competitivas a las compañías del rubro, en un momento en que sufren los efectos del “dólar bajo”, e incentivar sus transacciones en blanco para transparentar la competencia y reducir el tamaño del mercado en negro en esta actividad.
La exención impositiva para turistas del exterior -en rigor, se trata de una “devolución” que se hará efectiva a través de las tarjetas de débito y crédito- podría entrar en vigencia dentro de un mes. Según especialistas, para ponerla en marcha alcanzará con reglamentar la ley nacional de turismo ya vigente, que reconoce la actividad del sector como “exportación” (y, por lo tanto, la exime del IVA). Funcionarios del Ministerio de Turismo lo confirmaron el último miércoles a empresarios en un encuentro que mantuvieron en el Hotel Conquistador, en esta ciudad, con las principales cámaras del sector: la medida está en estudio y ya cuenta el aval del presidente Mauricio Macri. Consistirá, inicialmente, en devolver a los viajeros el 21% de IVA que cobran los hoteles por el hospedaje, pero podría ampliarse a otros tipos de consumos de extranjeros en el país. Las primeras beneficiadas serán las compañías hoteleras, pero dentro del Gobierno prevén también que el alivio recaiga sobre las agencias de viaje cuando el servicio sea contratado con ellas como intermediarias.
Tanto el ministro de Turismo, Gustavo Santos, como los empresarios turísticos consideran que la devolución del IVA permitirá mejorar las ofertas para los extranjeros que hoy en sus visitas ven demasiado caro al país, con relación a otros destinos. El turismo receptivo es la primera actividad que se ve afectada en los momentos en que se aprecia demasiado la moneda local. Desde que el Gobierno decidió levantar el cepo cambiario, y unificar el tipo de cambio, la cotización del dólar se mantuvo la mayor parte del tiempo en un nivel bajo por el ingreso de los dólares de exportadores (en la temporada alta de liquidación por la cosecha de soja) y los financieros (que llegan a través de colocaciones en los mercados internacionales del Tesoro, de provincias y de compañías, e incentivados por altas tasas de interés que dejan buenos retornos para los inversores del exterior). En este contexto, el país se vuelve demasiado caro para los turistas que llegan al país. Y a esto se le suman los efectos de una recesión brasileña que limita la llegada de una buena parte de los visitantes que recibía el país.
Según se esfuerzan en aclarar los propios funcionarios, la devolución del IVA no será sólo un incentivo para los clientes extranjeros sino, también, un paliativo para aquellos empresarios hoteleros locales que deben competir con los precios de un mercado en negro que llega al 40% del sector. El plan es incentivar las operaciones que se realizan con pagos de tarjetas de débito y crédito, y premiar a quienes hoy se esfuerzan por mantener sus negocios en blanco.
La medida ya se aplica hoy en países vecinos. En Uruguay, se les asegura una devolución en combustibles, hoteles, restaurantes y alquiler de autos.