El presidente del Colegio de Arquitectos de Mar del Plata habló en la 99.9 sobre el informe presentado sobre el Barrio Centenario: “se creía que iba a una demolición o una obra fastuosa que nadie puede pagar, pero no es así. Por el contrario es relativamente solucionable y económicamente no es una erogación tan grande la que hay que hacer“.
De un tiempo a esta parte, se ha vuelto a insistir con los problemas edilicios del Barrio Centenario y el Colegio de Arquitectos ha investigado el tema y presentado un informe que refuta las creencias principales de los vecinos.
El presidente de la entidad, Diego Domingorena habló a través de la 99.9 sobre el informe en cuestión: “ayer en el acto que hicimos en el Espacio Cova presentamos un informe a los vecinos y la mesa que se formó que echó por tierra pre-conceptos y fantasmas que había en el barrio a nivel edilicio”.
En el detalle de esos temas, agregó que “los dos conceptos más fuertes son que el barrio no se está hundiendo, no hay un problema de fundación ni de asentamiento de los muros. El segundo es que las escaleras, que es el reclamo más urgente de los vecinos, no hay que demolerlas ni reemplazarlas, sino que son tratables y se pueden poner en funcionamiento haciendo la reparación del hormigón. Esas escaleras y en general el complejo, el daño que sufrieron es por falta de mantenimiento y no una mala ejecución”.
El Arquitecto señaló que en el informe también queda en claro que hay temas puntuales que deben ser atendidos, pero se dan por la incidencia de los propios vecinos, no por problemas de estructura: “hay algunas construcciones que se han asentado pero tiene que ver con las ampliaciones que hicieron los vecinos, no con el hecho constructivo del Centenario. Se ve en los espacios verdes que están hundidos y no tiene que ver con un asentamiento del terreno sino de servicios cloacales y de agua que en algunos casos son clandestinos y en otros no fueron mantenidos. Por las pérdidas, se empezó a socavar el suelo pero todo eso es solucionable”.
A partir de este informe, el análisis ha cambiado. En ese sentido, Domingorena indicó que hay dos salidas posibles: “uno es la solución doméstica porque hay varios vecinos del rubro de la construcción y se lo podría capacitar, conseguir donaciones y subsidios para materiales comenzando una reparación de forma informal. También el documento sirve para ir a reclamar a Municipio, Provincia y Nación para que se ocupen del tema. Para las entidades gubernamentales, el Centenario es un barrio privado y nosotros estamos convencidos que no lo es”.
Desde el Colegio de Arquitectos destacaron el cambio en la percepción de lo que está sucediendo, después de la intervención de los especialistas: “se creía que iba a una demolición o una obra fastuosa que nadie puede pagar, pero no es así. Por el contrario es relativamente solucionable y económicamente no es una erogación tan grande la que hay que hacer”.