Diego Rodríguez: “No hay que subestimar ni sobreestimar lo que está sucediendo”

El biólogo marino habló en la 99.9 sobre los casos de gripe aviar en lobos marinos que ha generado distintas muertes de estos animales. Además, dio recomendaciones de como abordar la situación.

La aparición de casos de gripe aviar en lobos marinos de nuestra ciudad con la muerte de varios ejemplares, despertó un estado de alerta sobre la propagación del virus.

El biólogo marino Diego Rodríguez, despejó algunas dudas en diálogo con la 99.9 donde se refirió, entre otras cosas, al origen de esta circunstancia: “venimos una situación similar en el norte de Perú a principio de año que es donde se inició el brote y luego se contagiaron lobos marinos en colonias cercanas. A partir de ahí no tuvimos más noticias y hace unos 15 días se empezaron a ver los primeros casos en Tierra del Fuego. De a poco se empezaron a ver casos más al norte hasta llegar a estos últimos en Mar del Plata”.

Si bien por ahora sólo se han dado casos en lobos marinos, saben que se puede empezar a ver en otras especies y por eso están tratando de contener la situación: “en Mar del Plata no tenemos registro de mortalidad de aves, es un virus que tiene la capacidad de mutar rápidamente y esos puentes se dan. No hay registro de infecciones humanas masivas o mortales”.

El problema de este tipo de brotes, es toda la información que empieza a circular y que en algunos casos, hasta resulta contradictoria. Como especialista, Rodríguez indicó que “lo primero que tenemos que conocer es que la colonia de lobos marinos, biológicamente, son el mismo grupo que alterna de un lado al otro. Es una colonia abierta y van entrando y saliendo, por lo que tiene que tratarse globalmente. Cuando obtuvimos los primeros datos, lo primero que hicimos fue comenzar con un monitoreo permanente de los animales con síntomas. Esto no sólo se lo restringe al puerto porque se han encontrado animales muertos en otros sectores y por eso trabajamos articuladamente con Defensa Civil”.

Desde el trabajo que les toca, saben que están haciendo lo posible, pero también piden colaboración a la sociedad para no estar por esos sectores, sobre todo con otras especies como el caso de los perros: “en el caso de los lobos marinos que estén muertos, hay que enterrarlos en lugares aislados para no subestimar ni sobreestimar lo que está pasando. La información oficial siempre es más lenta en salir y lo que estamos haciendo todos lo días es controlar la cantidad de nuevos casos, reportes y la deposición final de los animales fallecidos. Buscamos evitar el contagio de otras especies humanas o no”.

Articular esta situación en una ciudad como Mar del Plata es complejo por la actividad que siempre se realiza cerca del mar, pero están trabajando también en la concientización: “no hay que alertar en demasía y poner las cosas en contexto. Hay que evitar el contacto con los cuerpos o los animales enfermos. Hay que tratar de evitar que la gente voluntariamente, entre en contacto con animales cuando realizan actividades náuticas, por ejemplo o el caso de los buzos profesionales que tienen que trabajar”.