Uno de cada seis niños en Alemania tiene sobrepeso. El ministro de Alimentación, Cem Özdemir, del partido Los Verdes, quiere prohibir la publicidad de los productos poco sanos.
En un anuncio emitido a media tarde en la televisión alemana, una golosina de chocolate con brazos, piernas y unas gafas de gran tamaño se desliza por una montaña rusa. “Sabe a diversión”, promete una voz.
El ministro alemán de Alimentación, Cem Özdemir, quiere prohibir la publicidad como esa, de alimentos poco saludables, dirigida a niños en televisión, radio e internet entre las 6 de la mañana y las 11 de la noche.
La medida no solo se aplicaría en televisión, sino también en canales como YouTube o Tiktok. “Tenemos que asegurarnos de que los niños puedan crecer más sanos”, dijo Özdemir al presentar sus planes en Berlín, a principios de esta semana. Según el ministro, se ha demostrado que los anuncios de alimentos no saludables tienen impacto en los hábitos alimenticios de los niños.
“La publicidad es fundamental”
Sin embargo, los representantes de la industria alimentaria en Alemania cuestionan la medida. Para Carsten Bernoth, gerente de la Asociación Federal de la Industria Alemana de Confitería (BDSI, por sus siglas en alemán), prohibir la publicidad no logrará que los niños coman menos dulces: “La publicidad es esencial en una economía de mercado. Tiene la función de arrebatarle la cuota de mercado a otros competidores”.
Los fabricantes de dulces alemanes reportaron ventas de alrededor de 14 mil millones de euros en 2022, y gastan cerca de mil millones de euros en publicidad.
El positivo ejemplo de Chile
¿Puede realmente una prohibición publicitaria proteger a los niños de alimentos no saludables? Para Anette Buyken, profesora de Nutrición para la salud pública en la Universidad de Paderborn, “el principal problema es que hay muy pocos países que implementen estas medidas y realmente las acompañen con una buena investigación de cuán efectivas son”.
Buyken cita a Chile como un ejemplo positivo. Desde 2016, en aquel país rigen las reglas más estrictas del mundo para la publicidad de dulces dirigida a niños. Además, los alimentos poco saludables también deben etiquetarse con advertencias, de forma similar a los cigarrillos. Desde el principio, se han venido recogiendo datos sobre la eficacia de estas medidas. “Y así se ha podido demostrar que, como resultado, la elección de los alimentos ha cambiado”, dice Buyken. Lo que ahora se está investigando es si esto mejora la salud a largo plazo.
Aumenta el sobrepeso infantil
En muchos países, el número de niños y jóvenes con sobrepeso ha aumentado considerablemente en las últimas décadas. Según el Instituto Robert Koch, alrededor de uno de cada seis niños en Alemania tiene sobrepeso o es obeso.
Algunos papás acuden a la consulta de Andrea Gerschlauer, especialista en nutrición, quien espera que la prohibición de anunciar productos poco sanos llegue pronto a Alemania.
Gerschlauer asegura que, desde la pandemia, cada vez es más frecuente ver niños que engordan rápido en un corto período de tiempo. “Yo lo relaciono con el hecho de que muchos niños han pasado mucho tiempo viendo la televisión, momentos en los que a menudo se consumen snacks. Si, además, ven publicidad sobre ese tipo de productos, es difícil que los niños se liberen de pensar en cosas dulces”.
La experta agrega que los hijos de familias con dificultades se ven especialmente afectados por esta problemática. El entorno juega un papel importante, sobre todo la familia. “Pero estoy convencida de que la publicidad influye en los pequeños cerebros infantiles. Yo misma puedo repetir eslóganes publicitarios de productos de mi infancia, y de eso hace ya 50 años. Es algo que permanece”.