La edad de consumo promedio empieza a los 17 años, según el último informe de la UCA y es una de las sustancias de más fácil acceso. Un especialista desmitifica la “buena campaña” del Cannabis y asegura que es tan nocivo como cualquier otra sustancia.
La marihuana es la droga ilegal más consumida a nivel mundial. Se estima que es utilizada por el 2.5% de la población mundial y Argentina no está exenta de ello. Sin embargo, un especialista se manifiesta en contra “de la buena campaña” que tiene.
Respetando las libertades individuales de cada persona, el médico Jorge Dotto, especializado en anatomía patológica en la Universidad de Yale, explica por qué es importante informar sobre las consecuencias que tiene esta sustancia que, como tantas otras, -medicamentos, alcohol, tabaco- tienen un efecto deseado, pero también efectos adversos como la toxicidad.
Según el último informe del Observatorio de la Deuda Social Argentina de la Universidad Católica Argentina (UCA) presentado en mayo de 2015, la marihuana es la sustancia de más “fácil acceso” y el consumo promedio comienza a los 17 años.
-6 de cada diez jóvenes manifestaron que tienen amigos que consumen marihuana
-3 de cada 10 jóvenes manifestaron haber probado drogas alguna vez y la mitad (15% del total de los jóvenes de 15 a 25 años) expresó haber consumido en los últimos 30 días.
-El consumo de drogas se da por lo general entre amigos (80%).
En esa línea, el experto elabora diez motivos por los cuales el consumo de marihuana no es “cool ni canchero” como se cree.
No es una droga “blanda” o “light”: no existe la clasificación de drogas blandas y duras. Esa es una simplificación que no es buena y confunde a la gente. Todas las drogas son peligrosas, y está comprobado que no todas las personas reaccionan de la misma manera a una sustancia. Está claro que una persona no va a morir de sobredosis por fumar marihuana, pero sí está demostrado que la marihuana también mata ya que es responsable de causar accidentes de tránsito mortales.
Es la segunda causa de accidentes de tránsito fatales: la marihuana es la segunda causa después del alcohol, ya que enlentece las reacciones, disminuye la coordinación y altera la concentración. Varios estudios científicos han demostrado esta causalidad incluyendo uno publicado recientemente en 2014 que analizó a 23.591 conductores de accidente de tránsito mortales durante 10 años en Estados Unidos. Los conductores tuvieron test positivo para alcohol (alcoholemia) en 39.7% de los casos, y 24.8% fue positivo para otras drogas; en este grupo la marihuana fue la más frecuente. Durante el período de 1999 a 2010 los resultados de alcohol en sangre fueron estables mientras que la marihuana aumentó de 4.2% en 1999 hasta 12.2% en el año 2010. La recomendación es la siguiente: si fumás un “porro” no manejes, podés matar a alguien.
Causa adicción hasta un 50% de las personas que la consumen todos los días: como todas las sustancias, existe un riesgo para desarrollar adicción a la marihuana. Se estima que se genera adicción o dependencia al Cannabis en 9% de las personas. Pero, aumenta el riesgo de adicción en ciertas situaciones particulares, por ejemplo, causa adicción en el 17% de las personas que empiezan a consumirla en la adolescencia y hasta un 50% de las personas que la consumen todos los días. Uno de los genes más importantes que participan en este mecanismo del desarrollo de la dependencia es ANKFN1, localizado en el cromosoma 17. Como en otras tantas situaciones, que una persona tenga una variante (alteración) en un gen no quiere decir que vaya a desarrollar un comportamiento o en este caso una enfermedad.
Es la “puerta de entrada” al consumo de otras sustancias: puede ser la “puerta de entrada” al consumo de otras sustancias como la cocaína, paco, éxtasis, cristal, heroína e inclusive medicamentos. Es una droga de fácil acceso para los jóvenes y relativamente de bajo costo. Esto no quiere decir que una persona siempre vaya a probar otras drogas, pero sí que tiene un mayor riesgo. Algunos estudios científicos han demostrado que la sustancia activa del Cannabis llamada tetrahidrocannabinol (THC) aumenta los efectos adictivos de otras drogas. También se ha demostrado en estudios científicos realizados en gemelos que la marihuana destruye el centro de placer en el cerebro, y este mecanismo aumentaría la susceptibilidad de consumir o desarrollar dependencia a otras drogas.
Destruye el centro de placer en el cerebro: la marihuana destruye el centro de placer en el cerebro en personas que fuman un promedio 5 cigarrillos (“porros”) de marihuana por día, 5 días a la semana por un período de 10 años. En realidad, esta sustancia daña el sistema del neurotransmisor dopamina a nivel cerebral. Cuando se analizó en un estudio científico el grupo que fumaba (24 personas) con el grupo control (24 personas) ambos producían la misma cantidad de dopamina, pero los que tenían una dependencia a la marihuana no la “procesaban” como una sensación placentera. Por lo tanto, si la persona que está fumando un “porro” lo hace para obtener placer, tiene que tener cuidado porque a largo plazo no solo no va a sentir placer fumando marihuana sino que tampoco sentirá placer al ver una película, escuchar música, leer un libro o tener relaciones sexuales, entre tantas otras actividades.
Afecta el rendimiento escolar aumentando la deserción: te quema el cerebro causando pérdida de neuronas e interfiriendo en las funciones cognitivas como la memoria, la capacidad intelectual y el comportamiento afectando en los adolescentes el rendimiento escolar. Un estudio recientemente publicado demostró que los adolescentes que fuman diariamente Cannabis antes de los 17 años de edad tienen 60% menos probabilidades de terminar la escuela secundaria.
Aumenta el riesgo de desarrollar psicosis: aumenta el riesgo de desarrollar esquizofrenia, la forma más frecuente de psicosis, una enfermedad psiquiátrica en la cual la persona no puede distinguir la realidad de las alucinaciones auditivas o visuales creadas por su mente. Se han asociado algunos genes como COMT, que a su vez, participa en el riesgo adictivo a la cocaína, y algunas mutaciones (alteraciones) en este gen a su vez se han asociado al desarrollo de la esquizofrenia paranoide. Mutaciones en el gen AKT1 localizado en el cromosoma 14 también se han vinculado con una mayor incidencia de crisis psicóticas en general, y psicosis en particular, al estar relacionadas con el consumo de Cannabis. Se ha demostrado que las personas que consumen diariamente esta droga y tienen una variante particular del gen AKT1 tienen 7 veces más riesgo de desarrollar psicosis. A su vez, en algunas personas que tienen una predisposición genética para desarrollar psicosis, el uso de marihuana podría adelantar 2-6 años la aparición de la primera crisis psicótica.
Causa infertilidad masculina: esta droga afecta la forma y la movilidad de los espermatozoides, siendo una causa modificable de infertilidad. Un estudio recientemente publicado analizó la cantidad y calidad de los espermatozoides en casi 2000 hombres y demostró que las personas que presentaban alteraciones en sus células reproductivas (318 hombres) típicamentente tenían menos de 30 años y habían consumido marihuana dentro de los 3 meses de dar su muestra de semen.
Afecta los pulmones: el Cannabis afecta los pulmones irritándolos como el humo del tabaco. También puede causar efectos similares al cigarrillo como tos diaria y productiva (flemas), y riesgo de desarrollar infecciones en estos órganos (neumonía). Hasta el momento, no se ha demostrado de manera contundente que la marihuana cause cáncer de pulmón.
Aumenta el riesgo de contagio de enfermedades de transmisión sexual: en algunas situaciones es fumada antes de las relaciones sexuales, y como altera el comportamiento, y es probable que no se use preservativo, hay un mayor riesgo de contagio de enfermedades de transmisión sexual como el HIV (virus de inmunodeficiencia humana), hepatitis B, hepatitis C, clamidia, gonorrea, sífilis, herpes, y tricomoniasis. Se ha descripto que el Cannabis tiene efectos terapéuticos especialmente en el tratamiento de las náuseas y vómitos. Y, en algunos países, se indica para personas que están recibiendo quimioterapia para el tratamiento de cáncer. Pero, como es el caso de otras sustancias, es necesario que esa prescripción sea realizada por un médico que se hace responsable de la indicación, dosis, y de la persona en un todo. Hago esta aclaración porque es también importante destacar sus efectos terapéuticos, aunque debe ser en un contexto profesional que incluye cuidado, seguridad y responsabilidad.
“No están muy difundidos los efectos adversos que causa esta planta. Lo importante es informarse y después tomar una decisión al respecto. Si querés fumar un ‘porro’ aunque te enojes y pienses que estos datos son exagerados, hacé lo mismo que hacés con la información que conocés sobre el alcohol o el cigarrillo, consumilo sabiendo que también tiene consecuencias importantes y negativas”, concluye Dotto.