La moción cuenta con el apoyo de 144 de lo 513 legisladores de la Cámara, por lo que es poco probable que continúe su curso hacia un debate.
Un grupo de diputados brasileños de ultraderecha registró este viernes en la Cámara un pedido de impeachment o juicio político contra el presidente Luiz Inácio Lula da Silva por sus comentarios sobre la guerra entre Hamas e Israel y su comparación entre la ofensiva en Gaza y el Holocausto. La moción cuenta con el apoyo de 144 de los 513 legisladores aunque la diputada Carla Zambelli aseguró que el lunes se sumarán cuatro firmantes más.
De todas formas, la solicitud debe ser admitida a trámite por el presidente de la Cámara Baja, el aliado de Lula Arthur Lira, por lo que -seguramente- no logre prosperar y llegar a una instancia de debate.
Los impulsores del proyecto acusan al Presidente de “cometer un acto de hostilidad contra una nación extranjera, exponiendo a la República al peligro de guerra o comprometiendo la neutralidad” por sus declaraciones del pasado fin de semana durante una rueda de prensa en Etiopía, luego de su participación en una cumbre de la Unión Africana en Adís Abeba.
Entonces, Lula sostuvo que “lo que está ocurriendo en la Franja de Gaza no es una guerra, es un genocidio” y sumó que se trata de un conflicto “entre un ejército muy preparado, y mujeres y niños”, algo que no se vio nunca en la historia excepto “cuando Hitler decidió matar a los judíos”.
Los dichos del mandatario no tardaron en generar polémica y desatar el enojo de Israel. Su ministro de Relaciones Exteriores, Israel Katz, convocó al embajador brasileño en el país, Federico Meyer, para un encuentro en el Museo del Holocausto en Jerusalén y, además, declaró a Lula “persona non grata”. En respuesta, el Presidente convocó al embajador israelí en su país y llamó al suyo en Tel Aviv para consultas.
Asimismo, el presidente del Senado brasileño, Rodrigo Pacheco, exigió que el mandatario se retracte por sus dichos. “Pese a que la reacción del Gobierno de Israel puede ser considerada desproporcionada, excesiva, violenta e indiscriminada, no hay cómo establecer una comparación (de la ofensiva israelí en Gaza) con la persecución sufrida por el pueblo judío durante el régimen nazi. Por eso, consideramos que la retractación sería adecuada ya que la prioridad de los líderes mundiales tiene que ser la resolución del conflicto entre Israel y Palestina”, sostuvo.
Junto al rechazo del gabinete de Benjamin Netanyahu, Estados Unidos también manifestó su desacuerdo con Brasil. El secretario de Estado, Antony Blinken, de visita en Brasilia por la cumbre del G20, “abordó el asunto de Gaza y dejó claro nuestro desacuerdo con esos comentarios”, informó el portavoz del Departamento de Estado en Washington, Matthew Miller, tras el encuentro que tuvo lugar el miércoles en el palacio presidencial y duró unos 45 minutos.
La Confederación Israelita de Brasil (CONIB) se sumó a la condena y advirtió que el Gobierno “está adoptando una postura extrema y desequilibrada en relación al trágico conflicto en Medio Oriente, abandonando la tradición de equilibrio y búsqueda de diálogo de la política exterior brasileña”. Sus palabras “ofenden la memoria de las víctimas del Holocausto y sus descendientes”, concluyó.