Desde la coalición de gobierno buscan impulsar un proyecto de ley que, de aprobarse, reduciría los derechos de la población indígena neozelandesa
Este jueves, el debate sobre un proyecto de ley en el Parlamento de Nueva Zelanda se ha saldado con la suspensión de la sesión y la expulsión de dos diputados, a raíz de su peculiar forma de protesta. Los diputados del Partido Te Pati, han interpretado la tradicional ‘haka’, un baile popular entre los pueblos indígenas, característico porque se suceden los golpes en el pecho y gritos.
En la sesión se estaba debatiendo un proyecto de ley para revisar los derechos de la población maorí, a propuesta del partido libertario ACT Nueva Zelanda, que forma parte del Gobierno de coalición. Ha sido durante una votación preliminar a su aprobación, cuando la diputada Hana-Rawhiti Maipi-Clarke dio inicio al ‘haka’, rompiendo de forma simbólica una copia de la ley. Como se puede ver en el vídeo que ha trascendido del suceso, el resto de diputados de la formación, e incluso alguno de los civiles que se encontraban en las gradas altas del Parlamento, se han unido al cántico, entonándolo contra el resto de diputados. Maipi-Clarke ha sido una de las dos personas expulsadas de la sala.
La población nativa sale a la calle
Las protestas también han llegado a la calle. Miles de personas se han manifestado por noveno día consecutivo en Nueva Zelanda para pedir la dimisión de David Seymor, líder del partido que está impulsado el proyecto de ley. Se espera que el próximo martes las distintas protestas confluyan en una manifestación masiva en Wellington, capital del país.
La población maorí considera que la aprobación de esta ley socavaría sus derechos como pueblo indígena neozelandés. Una minoría que en la actualidad representa tan solo un 20% de la población total. El proyecto supondría redefinir el ‘Tratado de Waitangi’, documento fundacional del país acordado entre el pueblo maorí y la Colonia británica y que sigue rigiendo la legislación y políticas del país.
El proyecto no saldrá adelante
Desde su aprobación, en 1840, ha sido reinterpretado a través de distintas sentencias judiciales, traduciéndose en un aumento de los derechos de la población indígena. No obstante, algunos políticos consideran que esto ha supuesto un trato discriminatorio para aquellos ciudadanos neozelandeses que no pertenecen a los pueblos indígenas.
El proyecto de ley impulsado por ACT Nueva Zelanda finalmente ha logrado obtener el primer visto bueno de la cámara, pero según recoge Europa Press no logrará los apoyos necesarios para su aprobación final en el Parlamento, ya que por el momento solo cuenta con el respaldo de ACT, y sus socios de coalición, el Partido Nacional y la formación Nueva Zelanda Primero.