La integrante de Usina de Justicia y que habitualmente veranea en Villa Gesell, contó su experiencia en la 99.9 y remarcó que “todos los veranos se repite el mismo modelo y me pongo a analizar porque suceden estos tremendos desmanes que desembocan en tragedias”, explicó.
Lo sucedido este verano en Villa Gesell con la muerte de Fernando Báez Sosa, ha disparado opiniones de distinto tipo. Usina de Justicia tiene entre sus integrantes, una persona que conoce mucho la situación de esa localidad porque históricamente ha pasado incluso veranos allí.
Se trata de la Dra. Donata Chesi que se definió en la 99.9 como “gesellina por adopción” y agregó que “mi padre fue pionero en la ciudad y voy desde 1955”. El hecho es que la violencia es moneda corriente: “todos los veranos se repite el mismo modelo y me pongo a analizar porque suceden estos tremendos desmanes que desembocan en tragedias. No es la primera vez que muere un chico en Villa Gesell, aunque no con tanta gravedad. Lo relaciono al gran descontrol que hay en los 30 días de enero. Siempre me planteo porque no hacemos nada para modificarlo”.
Para Chesi, hay una desprotección absoluta que puede terminar de cualquier manera e incluso hay antecedentes de todo tipo, quizás sin tanta trascendencia: “la tremenda preocupación que nos generan los adolescentes es que en esos 15 días de vacaciones, es como que los ponemos en bandeja en la boca del lobo. Está todo preparado para que ocurran tragedias. Hubo que se ahogan en el mar a la madrugada en un estado de ebriedad absoluta, hubo violaciones tremendas. Una chica fue violada de una manera terrible y cuando despertó del coma, dijo que no los podía denunciar porque eran sus propios amigos”.
Con distintos matices, también destacó que no es el único lugar donde las condiciones están dadas para el descontrol: “esto no ocurre sólo en Villa Gesell, sino en toda la costa. Me pregunto porque permitimos, por ejemplo, el horario escandaloso en el que abren los boliches nocturnos. Un día la hija de una amiga mía, dijo que quería ir a un boliche porque a las 6 de la mañana llegaba un DJ muy conocido. La fiesta terminó a las 9 de la mañana y el cuerpo no le aguanta siquiera a los jóvenes”.
El alcohol, un flagelo absoluto que cada vez se incorpora más tempranamente en la vida de los jóvenes, junto con la droga forman un cóctel que incrementa los peligros: “en fiestas se preparaban bolsitas como souvenir con una sustancia que decían que te saca la resaca. Entré a buscarlo por internet para ver si lo vendían y me encontré que las venden como bolsitas de souvenirs para fiestas de 15 años. Es una locura”, contó finalmente.