Personas sin hogar y drogadictos viven en nichos, en un cementerio abandonado. El mismo presidente Hassan Rouhani se mostró desconcertado.
Un fotoreportaje publicado este miércoles en el diario iraní Shahrvand con imágenes de personas sin hogar durmiendo en tumbas vacías en un cementerio abandonado en las afueras de Teherán golpeó sensibilidades en Irán, cuyo presidente se mostró sorprendido ante la situación. La publicación, además, puso de relieve las dificultades económicas que vive el país, así como la plaga de la heroína que tiene atrapados a miles de iraníes.
Las imágenes, que tomó el fotógrafo Saeed Gholamhoseini, y recogió la agencia IsnaPhoto , en Shahriar, a unos 20 kilómetros al oeste de la capital de Irán, sacaron a la luz las paupérrimas condiciones de vida de mujeres, niños y hombres, muchos de ellos drogadictos, que tratan de sobrevivir en el cementerio.
En una de las imágenes publicadas, un hombre con manchas de grima y humo en la piel saca medio cuerpo de su tumba. Del agujero que ha escogido como vivienda sale un humo negro; proviene del fuego que ha encendido dentro para proporcionarle calor durante el duro invierno. Una manta hace de techo y puerta a la vez.
Incluso en Irán, donde el desempleo es alto y su moneda ha caído drásticamente frente al dólar, las fotos tocaron la fibra de sus ciudadanos.
El director de cine ganador del Oscar, Asghar Farhadi, preocupado por las imágenes, escribió una carta abierta al presidente iraní, Hassan Rouhani. En ella sugirió que los funcionarios deben salir a conocer las comunidades que representan para ver cómo es realmente la vida.
Irán ha visto aumentar año tras año el número de adictos a los opiáceos, siendo uno de los países del mundo con una de las mayores cifras de toxicómanos del mundo. La heroína es el otro ‘enemigo’ interno del país. Según las Naciones Unidas, Irán tenía en 2011 1,2 millones de drogadictos (que crecen a 130.000 enfermos al año), una cantidad desorbitada para un país de 77 millones de habitantes, de los cuales, la mitad es menor de 24 años. Si a eso se le suma un paro juvenil del 24%, el cóctel es explosivo.
Los comentarios del líder de la república de los ayatollahs se adelantan a las elecciones presidenciales de Irán en mayo, en las que se espera que Rouhani busque un segundo mandato de cuatro años.