Unas 60 personas se manifestaban contra el “sesgo racista” del Departamento de Policía.
Un tiroteo registrado esta madrugada frente al Departamento de Policía de la localidad de Ferguson (Misuri, Estados Unidos) ha dejado dos policías heridos de gravedad. Los disparos, de los cuales tres han alcanzado a los agentes, se han realizado poco después de la medianoche, cuando la policía se enfrentaba a unos 60 manifestantes que se habían congregado ante la comisaría en protesta por el “sesgo racista” en los cuerpos locales de seguridad. Los manifestantes trataban de irrumpir en el edificio cuando se han producido los disparos. Ferguson es el epicentro de una ola de protestas desde que en agosto muriera el joven negro Michael Brown a manos de un policía blanco.
La Policía del Condado de San Luis, al que pertenece Ferguson, ha confirmado en Twitter que las víctimas pertenecen a su departamento. El jefe de Policía Jon Belmar ha dicho al diario local St. Louis Post-Dispatch que ambos agentes sufren “heridas muy graves”, pero están conscientes y están recibiendo tratamiento en un hospital cercano.
Uno de ellos, un oficial del Departamento de Policía de la localidad de Webster Groves de 32 años, ha recibido un disparo en la cara, mientras que el otro, de 41 y de la Policía de San Luis, ha sido alcanzado en el hombro. Belmar ha añadido que no se ha identificado a ningún sospechoso. “He dicho muchas veces que no podemos mantener esto [la tensión entre la Policía y los manifestantes en Ferguson] sin problemas. Este es un ambiente muy peligroso para nuestros agentes”, ha dicho Belmar.
La protesta se ha producido tras la dimisión del hasta ahora jefe de Policía de Ferguson, Thomas Jackson tras la dimisión del jefe policial y otros dos altos cargos de la ciudad a raíz de las críticas del Departamento de Justicia por discriminación racial. Esta renuncia era una de las reclamaciones principales de las protestas de Ferguson. Jackson dejó su cargo este miércoles a raíz de un informe del Departamento de Justicia sobre las prácticas discriminatorias de los agentes y las autoridades de la ciudad. Revela datos como que los ciudadanos afroamericanos, que representan el 67% de la población de Ferguson, sufren el 85% de las paradas de tráfico, el 88% de los casos en que la policía emplea la fuerza, el 90% de las citaciones judiciales, el 93% de los arrestos, el 95% de los retenidos más de dos días en la cárcel y el 100% de las víctimas por ataques de perros policiales.
La suya es la tercera en una cadena de dimisiones de alto nivel esta semana en Ferguson, tras las del administrador de la ciudad, John Shaw, y la del juez municipal, Ronald J. Brockmeyer. Como administrador de la ciudad, Shaw supervisaba al departamento de Policía y nombraba al juez municipal.
La Corte Suprema de Misuri decidió este lunes transferir a un juez estatal los casos municipales de Ferguson para reformar el sistema y recuperar la confianza tras el informe de Justicia. El juez Roy L. Richter del Distrito Este de la Corte de Apelaciones de Misuri se encargará a partir de ahora de todos los casos municipales de Ferguson. Esta decisión se produjo tres días después de que el fiscal general de Estados Unidos, Eric Holder, dijera que el Departamento de Justicia utilizará su autoridad para reformar el departamento de Policía de Ferguson, que no descartó desmantelar por completo si fuera necesario.
El caso de Michael Brown desató una ola de protestas en Ferguson propiciadas en gran parte por una ira enquistada en la comunidad afroamericana sobre un patrón de abusos policiales. En el municipio de 21.000 habitantes en el Medio Oeste de EE UU, la mayoría de los habitantes son negros, pero los blancos ocupan la estructura política, policial y educativa.