Chubut y Entre Ríos quieren proveer la arena necesaria para los pozos. Pero hay una diferencia de US$ 100 por tonelada.
Nadie quiere quedarse afuera del inmenso negocio que proyecta ser Vaca Muerta en los próximos 10 años. Provincias como Neuquén, Mendoza, La Pampa, Entre Ríos y Neuquén se disputan la oferta de servicios que hoy mismo demanda el yacimiento de manera intensiva.
En la actualidad estas últimas dos mantienen un duro enfrentamiento que podría determinar cuál se queda con la producción de las arenas silíceas claves en el proceso de fracking. La actividad generará US$ 20.000 millones en la próxima década y la creación de cientos de nuevos puestos de trabajo en transporte y operarios en el mismo periodo, estiman en la industria. Todos factores que abren el apetito de los gobernadores que buscan recursos para sus territorios.
La semana pasada, el gremio de los Camioneros de Chubut amenazó con “parar” Vaca Muerta si YPF deja de comprar a las canteras de esa provincia en beneficio de las de Entre Ríos. En la provincia gobernada por el peronista Gustavo Bordet le venden a la petrolera nacional la tonelada de este producto a un precio muy competitivo que ha terminado afectando la extracción en Chubut.
De acuerdo a datos del mercado obtenidos, en Chubut se comercializa la tonelada de arenas silíceas a unos US$ 200. En Entre Ríos llega a los US$ 100.
Un pozo horizontal requiere en Vaca Muerta más de 6.000 toneladas de arena. Se traduce en un costo promedio por pozo de US$ 1,2 millón. Las proyecciones del negocio energético en Patagonia son enormes. Fuentes de la industria explican que Vaca Muerta insume poco más de 100.000 toneladas de arenas silíceas por mes. Más de 1,2 millones al año que representan US$ 200 millones anuales. De este total, Chubut proporciona un 25%. Más del 65% lo entrega Entre Ríos y el restante se adquiere en el extranjero.
Los cálculos indican que el yacimiento dará un salto de inversiones partir del 2021, cuando los requerimientos de arena pasen en promedio de los 1,2 a los casi 5 millones de toneladas anuales para seguir ascendiendo año a año. Entre 2019 y 2029 Vaca Muerta podría consumir 100 millones de toneladas de arena. Un global de US$ 20.000 millones en una década a precios actuales.
Con este horizonte en vista, el Sindicato de Camioneros de Chubut denunció que los directivos de YPF le comunicaron a la principal empresa del sector en la provincia, Arenas Patagónicas, basada en el paraje de Dolavon (a 40 kilómetros de Trelew), que dejarían de adquirir arena de la Patagonia debido a los altos costos del producto. En la industria se comenta que los más de US$ 100 de diferencia entre Chubut y la principal productora de Entre Ríos, Cristamine, tiene directa relación con el costo del transporte que le impone el propio gremio.
Los camioneros chubutenses retrucan que Entre Ríos impuso una política de flexibilización laboral que les permite bajar sustancialmente el costo del transporte hacia Vaca Muerta. “A las arenas que salen de Dolavon nosotros le dimos un valor agregado al flete, se hacen con camioneros locales, de Comodoro, Trelew, Dolavon mismo, un porcentaje se hace con camiones propios”, señaló el secretario general de Camioneros de Chubut y diputado nacional Jorge Taboada. “El precio que pagan en Entre Ríos es a base de la pérdida de derechos laborales”, agregó. Según Taboada en Chubut peligran cerca de 200 puestos de trabajo. El diputado amenazó con “parar” el yacimiento. “Las petroleras están haciendo lo que hacen siempre, llevársela toda, no dejar nada y precarizar el trabajo, si es por mí hoy mismo paralizamos Vaca Muerta”, advirtió.
Su declaración apunta directamente a la cúpula del gremio petrolero en Neuquén que conduce el senador Guillermo Pereyra. “Vaca Muerta no se para. Este tema de los camioneros de Chubut no afectará la producción. Si quieren hablarlo se puede hacer, pero no me han llamado”, indicó a Clarín Pereyra.
Al ser consultada, YPF optó por no hacer declaraciones al respecto.
Detrás de las arenas patagónicas
Otra historia secreta se teje bajo el conflicto de las arenas. De acuerdo a una investigación del diario Río Negro, uno de los socios de Arenas Patagónicas es Guillermo Coco, ex ministro de Energía de Neuquén y asesor del senador Pereyra hasta el año pasado en el Congreso. Arenas Patagónicas es el resultado de la fusión en 2015 de las empresas Transporte Rada Tilly de la familia Peralta de Chubut y Shale Kompass de Coco. En el ambiente petrolero subrayan los aceitados contactos que tiene Coco tanto con el gremio de Pereyra como con la cúpula del MPN. “Detrás de Coco hay un grupo de personas vinculadas al poder que apostó por las arenas de Chubut”, explica una voz que conoce en profundidad la génesis de la inversión neuquina en la cantera chubutense.
“Entiendo que Coco es socio de la empresa. Es un hombre que tiene diversas actividades y negocios, pero desconozco cómo está compuesta la sociedad en detalle”, explica a este diario Pereyra.