El psiquiatra de reconocida trayectoria habló en la 99.9 sobre la preocupación que existe por la aplicación de la Ley de Salud Mental que obligará a cerrar las comunidades terapéuticas. “Bajo el disfraz de los derechos humanos de los pacientes, se trata lisa y llanamente de una reducción de costos”, definió.
La aplicación de la Ley de Salud Mental dejará el próximo año sin instituciones intermedias a los adictos y enfermos mentales, generando una creciente preocupación en distintas áreas por el futuro inmediato de todas estas personas. El psiquiatra Dr. Andrés Mega que además es profesor universitario y trabajó más de tres décadas como Psiquiatra Forense en la Corte Suprema de Justicia de la Nación; brindó su punto de vista en la 99.9.
“Los psiquiatras estamos estudiando desde 2010 esta ley nefasta. Más allá de lo que se diga, su aplicación es un atentado a la salud pública del país”, definió en principio.
Después abundó sobre los motivos de esa definición: “la sanción se produce con la elaboración de un texto sin intervención de ninguna Facultad de Medicina del país, tampoco se respetan las incumbencias profesionales de los integrantes del equipo de salud por lo que cualquiera puede hacer cualquier cosa. Por último, bajo el disfraz de los derechos humanos de los pacientes, se trata lisa y llanamente de una reducción de costos”.
La responsabilidad de atención y tratamiento recaerá en los hospitales públicos que no están preparados para hacerlos: “no podrán atender esta problemática, ninguno en el país. Básicamente por falta de recursos, pero también porque hace falta un entrenamiento de años al personal médico y paramédico que jamás lidio con problemas psiquiátricos. Estamos ante una grave emergencia nacional y debe tomar nota toda la población”.
La ley se votó con el gobierno kirchnerista y ahora se efectiviza en el de Mauricio Macri sin que nadie ponga la atención necesaria para generar los cambios: “no tengo ninguna ideología política pero no hay duda que hay una reducción de costos. Ahí se terminan las ideologías, porque están desprotegiendo a los adictos. Se cierran los espacios públicos de internación y atención tanto de enfermos mentales como de gente drogadependiente, sin nada que lo reemplace”, finalizó.