El presidente de CUCAIBA habló en la 99.9 sobre un comunicado que emitió el INCUCAI respecto del proceso de donación de órganos y cuáles son los pacientes que potencialmente pueden ser donantes.
El segundo debate presidencial puso en el eje los cuestionamientos a la donación de órganos en Argentina y se emparentó con la palabra corrupción; algo que llevó a que INCUCAI publicara una carta en respuesta con algunas aclaraciones.
El presidente de CUCAIBA, Dr. Francisco Leone, explicó porque creyeron necesario que la información para los argentinos sea la correcta: “pretendemos que se aclaren algunas cuestiones sobre todo porque se abordó el tema en un debate presidencial con mucho público. Para nosotros que digan que hay mucha corrupción, es grave. Estamos en una actividad sanitaria y social donde hay gente que está sufriendo. Hay 10 mil personas en lista de espera en Argentina y son personas golpeadas y sufridas. A ese otro hay que respetarlo”, dijo en la 99.9.
Lo que también dejó en claro es que no hay un proceso sencillo cada vez que se habla de un trasplante y que se banalice esa situación resulta grave: “es una actividad compleja y hay que romper algunas falacias. Es cierto que hubo 300 mil muertos en el país, pero los pacientes que fallecen y que nosotros podemos usar para la procuración de órganos y tejidos, son los que están internados en una terapia intensiva. El universo de 300 mil pasa a ser de 3 mil. Para ser donante, tiene que ser un paciente institucionalizado y ventilado porque los órganos necesitan oxigenación, sino se pierden. Por eso la complejidad del tema”.
Esas personas que están bajo un cuidado médico, al momento de fallecer tienen condiciones específicas que son necesarias para un potencial trasplante: “hay un proceso en cada persona, se hace un análisis del diagnóstico de muerte. Una vez confirmada, se hace con preservación de latido pero sin circulación cerebral. Esos pacientes son pasibles de obtener órganos para trasplante. Entre el diagnóstico de muerte y la llegada de los equipos para el retiro de órganos, hay un tiempo que llamamos mantenimiento del potencial donante. Hay que evitar que el paciente fallecido, haga el paro cardíaco. El latido no es sinónimo de vida en este tipo de pacientes, porque no tiene circulación cerebral”.
Una vez que todo esto sucede, también indicó el Dr. Leone que se activa todo un protocolo que tiene sus características específicas y requiere de muchas personas, no es algo sencillo como se intentó simplificar en el debate: “es importante la cantidad de recursos humanos que se movilizan. Un operativo de procuración y trasplante, mueve cerca de 100 personas; además de la logística necesaria de vehículos, avión sanitario de la provincia. Una vez que uno saca el órgano, tiene tiempos específicos para el implante porque es el momento donde el órgano no tiene oxigenación”.