El representante del Sindicato de Médico Intensivistas de la República Argentina (SIMIRA) habló en la 99.9 sobre las múltiples carencias que tienen estos especialistas y la necesidad de una respuesta por parte del gobierno nacional.
Los médicos intensivistas se han puesto en el centro de la escena desde el comienzo mismo de la pandemia. La sociedad no había reparado hasta que el COVID irrumpió en la Argentina, de la importancia de estos profesionales que, aún hoy, se encuentran saturados en sus tareas y además, mal remunerados.
Por eso, han elevado un reclamo a través de una carta al presidente Alberto Fernández para exponer los inconvenientes que afrontan. El Dr. Guillermo Mazzei, representante del Sindicato de Médicos Intensivistas de la República Argentina (SIMIRA), contó los detalles en la 99.9: “cuando comenzó la pandemia se armó un grupo de profesionales, primero pequeño de CABA por Telegram, y fue creciendo tanto que ese grupo reunió casi 800 profesionales. Estaba la evidencia de una problemática muy profunda de los intensivistas por la falta de recursos en nuestra propia especialidad. Es una medicina de alta vulnerabilidad, maneja mucha tecnología y estamos sometidos a mucho estrés. Está en permanente discusión la vida y la muerte”.
Los contagios que se fueron dando en el sector de la salud fueron los que más han complicado a extremos de no contar con el personal necesario para los requerimientos de la pandemia: “hay una remuneración escasa, se fueron perdiendo los jefes de servicio y la pandemia dejó en descubierto todo esto. La pequeña realidad nuestra no se escapa a otros países, pero en Argentina la debilidad del sistema de salud siempre estuvo ahí. Estamos muy golpeados, Argentina tiene 45 mil individuos sanitarios infectados es decir que tienen o tuvieron COVID. Un pequeño porcentaje ha perdido la vida incluso”, detalló.
En cuanto a la remuneración para los intensivistas, reveló otro dato clave en la comprensión de las carencias del sistema de salud: “en el sector público, en promedio, antes de la pandemia ganaban 11 o 12 mil pesos. Es una especialidad que tampoco está totalmente certificada, hay muchos profesionales que ejercen sin tener la certificación. Para rendir esa certificación, hay que tener tiempo y un intensivista sale de una guardia y va corriendo a otra”.
Esta conjunción de cosas ha llevado a que piensen en la forma de organizarse y manifestarse para que se conozca lo que está pasando con esta especialidad: “esto fue lo que nos organizó e hicimos una carta formal al presidente para que se visibilice nuestra situación. Queremos acercarnos a la sociedad y enseñarle lo que hacemos en la terapia intensiva. Se necesita la más alta formación porque hay drogas de punta y aparatología de punta”.
Tienen la esperanza aún de que el presidente Alberto Fernández se exprese sobre lo que está pasando y, lo más importante, les permita tener una remuneración económica por el esfuerzo de todo el 2020: “seguramente el presidente si hay algún saludo de fin de año, pueda tenernos en cuenta. Queremos un bono de mas o menos 45 mil pesos para que sea una caricia al alma. No pedimos esta remuneración porque queremos, sino que creemos que el personal se la ganó en esta pandemia”.