El presidente del Instituto de Investigaciones Clínicas (ICC) habló en la 99.9 sobre el trabajo que están realizando y como proseguirá. Además, se refirió a las dudas en torno a la vacunación contra el COVID.
En Mar del Plata y desde el Instituto de Investigaciones Clínicas (IIC), se sigue avanzando en el estudio de una nueva vacuna dentro de la instancia denominada como Fase 3 y donde hubo una importante cantidad de inscriptos para ser parte de ensayo clínico.
En la 99.9, el presidente de la entidad, Dr. Ignacio Mackinnon, explicó que “se anotaron 3 mil personas a través de la página web y fueron seleccionadas 750, íbamos a seguir pero se cerró en ensayo clínico a nivel mundial. En una semana a razón de 100 voluntarios por día fueron incorporados para recibir la vacuna de Bayer y CureVac que está en Fase 3. La mitad recibieron la primera dosis de la vacuna y la otra mitad un placebo. Todos estábamos ciegos a la rama a la que fueron asignados. Es una vacuna de dos dosis, con una plataforma de ARN mensajero al igual que las de Pfizer y Moderna”.
Hoy hay una discusión abierta sobre la necesidad de las segundas dosis, la mezcla de distintas vacunas e incluso hay quienes plantean que se necesitarán más de dos dosis. Desde su punto de vista y después de lo que ha visto desde el inicio de la pandemia, indicó que “es un problema mundial los tiempos de la segunda dosis. La cuestión tiene que ver más con prioridades que con datos científicos. En general, todas las vacunas de dos dosis, fueron aplicadas con cuatro semanas de diferencia. Todo lo demás es materia de conjetura y debate; hay pocas certezas. A nivel salud pública no es una mala estrategia pensar en dar más dosis a menos gente pero a nivel resultados no está demostrado que sea mejor vacunar a más gente con menos dosis o a menos gente con más dosis”.
Otra de las grandes discusiones respecto de las vacunas, son las trombosis que se han dado luego de la aplicación de la misma en un número reducido de casos. El Dr. Mackinnon recordó que “hay medicamentos que te ponen en riesgo de una trombosis, el típico caso es el de las pastillas anticonceptivas o las personas que fuman que están más expuestas a las trombosis. Hasta ahora, la relación parece estar probada con las vacunas pero es una cada 100 mil aplicaciones porque lo que es 100 veces más probable tener una trombosis por un anticonceptivo que por una vacuna. El debate con la trombosis tiene que ver con vacunar a personas entre 20 y 30 años que son los que menos riesgo tiene al contraer el COVID, de ahí hacia arriba el beneficio de la vacuna es superior”.