El abogado, integrante de Usina de Justicia, habló en la 99.9 sobre la necesidad de debatir seriamente y modificar la baja en la edad de imputabilidad.

La baja en la edad de imputabilidad es una necesidad urgente en nuestro país que se sigue discutiendo a pesar de los múltiples casos aberrantes que todas las semanas suceden. El último fue el de Kim Gómez que otra vez generó la discusión.
El Dr. Roberto Picozzi es un abogado que integra Usina de Justicia y reclamó en la 99.9 que sea un tema central en la política nacional: «es extraño que no exista consenso, porque en realidad no es un tema político en el cual un partido pueda oponerse para perjudicar la gobernabilidad o para perjudicar a otro, si no es un tema que afecta a todo el mundo, a toda la población, cualquiera sea el partido, de la ideología que tenga, eso nos afecta a todos. Las frases son muy lindas, los eslóganes son maravillosos, pero acá, por no encerrar chicos, lo que se hace es enterrar menores. Kim hoy está, pobrecita, en un cajón, porque dos menores que debían haber estado presos, o detenidos; no deberían haber estado circulando por la calle, tenían antecedentes suficientes para estar de alguna manera alejados de la sociedad a la cual ellos perjudicaban permanentemente con sus actitudes. Entonces, por cuidar los intereses de estos dos menores, de los cuales hay tantos, se perjudica y se elimina y se suprime el interés y el derecho supremo de una chica, que es el derecho a la vida. Ella ya no tiene más derecho a nada, no existe más, está muerta, no puede ser feliz, no puede realizarse, no puede ir al colegio, no vive. La mataron».
Lejos de pensar que la sociedad necesita cambiar este tipo de situaciones, parece que desde la política se ha hecho todo lo contrario: «en Argentina mucha gente muere de manera violenta, asesinada, y sin embargo se hace todo lo posible para no evitarlo. El crimen de Kim es terrible, porque son dos adolescentes que matan una niña. Acá está claro que esto pasó por cuidar tanto al adolescente al que le decimos que está en conflicto con la ley penal, lo cuál es un eufemismo. Parecería que la ley penal es algo que está ahí como una pared contra la que ellos chocan. Inocentes, pobrecitos. El sistema es abolicionista, están en contra de la ley, romantizan al delincuente, piensan que es una víctima de la sociedad y con esa idea loca lo dejan en la calle para que haga lo que le parezca. Y ahí tenemos el resultado. La discusión es vieja, es estéril, desgasta. Venimos bregando para que se entienda que un menor de 16 años entiende lo que hace cuando actúa criminalmente. Es tan obvio. Estos chicos entienden todo lo que hacen, porque cuando uno sale a robar, es una empresa. Hay una gran inteligencia mal aplicada y ese método demuestra que tiene raciocinio».
Del otro lado, también la interpretación de las leyes, lleva a que todo sea más fácil para quienes delinquen y esa perspectiva debería cambiar: «se interpreta mal el tema del in dubio pro reo, que es otro de los caballitos de batalla que tenemos en Usina de Justicia. El in dubio pro reo tiene que aplicarse solamente a la identidad del delincuente. Si usted no es, lo miramos y decimos pero tal vez no es fulano, listo. Pero una vez que sabemos que él está arriba de la moto ¿cómo vamos a pensar que esa moto robada se la prestaron? ¿Cómo vamos a pensar que cuando con un revólver a usted le apunta y le dispara, es abuso de armas? No, es tentativa de homicidio. Si le pegó el disparo es homicidio, pero si no le pega, abuso de armas. Y si le pega en un brazo, lesiones leves. No, es tentativa de homicidio. Entonces no hay que estar pensando en favorecer al delincuente porque favoreciendo al delincuente perjudicamos al inocente. No hay lugar para todos. Hay que elegir de qué lado estamos. De las víctimas o de los victimarios, de los muertos o de los asesinos. Y ahí no hay medias tintas, no debiera haberlas».
Incluso no quedan en el registro de los menores involucrados en hecho como el de Kim el antecedente de lo que hizo y Picozzi reclamó que no suceda: «este chico ahora, el de 14 años, va a salir ya; en media hora, en tres meses, cuatro meses, cuando nos olvidemos. No sabemos cómo se llama y nunca lo vamos a saber. No vamos a ver su cara porque no va a haber fotografías y tampoco va a quedar en su prontuario lo que hizo. Él mató a Kim pero no va a quedar nada. Es como si no hubiera hecho nada. Para él esto es gratis. En la cárcel le pegan los reclusos, es tan absurdo que la justicia tumbera sea más eficiente que la justicia oficial. Nosotros estamos en contra de eso, queremos una justicia justa y severa, no la justicia tumbera que los tranquilice».