El defensor oficial que representa a María, una mujer de 63 años con una enfermedad degenerativa incurable, celebró en la 99.9 que la Suprema Corte bonaerense ordenara reabrir el caso para debatir su pedido de eutanasia. “Durante un año nos cerraron la puerta en la cara; ahora vuelve la luz de esperanza”, afirmó.

El defensor oficial Edgardo Molins valoró la reciente decisión de la Suprema Corte de Justicia de la Provincia de Buenos Aires, que ordenó analizar el pedido de eutanasia presentado por María, una mujer de 63 años con artritis reumatoidea avanzada, que lleva siete años postrada y sufre dolores crónicos e irreversibles. “La Corte marcó un límite claro a las instancias inferiores: esto se tiene que debatir, se tienen que producir pruebas y escuchar a las partes”, explicó en diálogo con la 99.9.
Molins relató que conoció a María hace más de siete años, cuando ella lo contactó junto a su hermana para reclamar la provisión de medicamentos que el programa PROFE (Incluir Salud) le había discontinuado. “En aquel momento estaba más estable, y con una acción de amparo logramos que le restituyeran la medicación. Pero con el paso del tiempo su salud se deterioró mucho, y cuando retomamos el contacto, ya nos pidió ayuda para terminar con su sufrimiento”, contó.
Según el defensor, María “tiene plena lucidez y capacidades cognitivas intactas”, pero padece un nivel de dolor físico insoportable: “Sufre hasta si la acariciamos. Toma analgésicos y antiinflamatorios todos los días, pero ya no le hacen efecto”.
El caso había sido rechazado in límine —sin siquiera abrir el debate— por un juzgado de primera instancia y luego por la Cámara, lo que llevó al equipo de defensa a recurrir a la Corte bonaerense. “Durante un año entero perdimos tiempo y energía solo para que se nos permitiera discutir un derecho básico: el acceso a la justicia”, señaló Molins.
La resolución del máximo tribunal, que ordena que el caso sea tramitado y debatido, significó un alivio emocional para la mujer: “Cuando se lo comuniqué, le cambió la cara. Le brillaron los ojos. Después de tanto destrato, volvió a sentir esperanza”, expresó el abogado.
Molins remarcó que la eutanasia “no está legislada en la Argentina”, y que su intervención busca abrir un debate judicial que empuje a los legisladores a actuar: “Nos encantaría que el Congreso trate de una vez los proyectos que existen desde hace más de diez años. Pero como eso no ocurre, intentamos hacerlo desde la vía judicial”.
El defensor recordó que hay iniciativas de distintos espacios políticos —entre ellas las presentadas por Miguel Ángel Pichetto, Mariana Juri y recientemente Julio Cobos—, pero ninguna ha avanzado siquiera a la instancia de comisión. “El problema no es la falta de proyectos, sino la falta de debate. Nadie quiere tratarlo. Mientras tanto, personas como María siguen sufriendo sin respuesta”, concluyó.