El economista señaló en la 99.9 que el gobierno no tiene fuerza política para aplicar los cambios necesarios en el país y para ello debe apelar al convencimiento de la población sobre el camino a seguir de aquí en más.
La economía argentina, aún después de la pandemia, parece no tener un rumbo establecido y llegar a un acuerdo en ese sentido parece clave para que en algún momento el país pueda salir de las crisis constantes a las que está sometido.
El economista Eduardo Jacobs se refirió en la 99.9 a este tipo de programas de los que tanto se habla en la actualidad: “se necesita un plan y para eso lo primero que habría que hacer es ponerse a trabajar en ello. Cuando se habla de plan, estamos todos preocupados por un programa macroeconómico que ordene todo. Esa es la primera parte porque el desastre argentino en los últimos 40 años pulverizó el estado de bienestar, llevará mucho tiempo en el marco de un programa”.
Pero tener un plan en si mismo, no asegura el éxito sino que la implementación del mismo es lo más complejo en la realidad del país: “además de tener un plan, hace falta poder llevarlo adelante, algo que para la clase política es muy difícil porque no tiene poder político para crear los cambios que hay que hacer. Entonces hay que convencer a la población, en cada tema habría que construir bases con la sociedad movilizada apoyando a la política. Construir eso, lleva mucho tiempo y estamos justitos con las 100 semanas que le quedan al gobierno”, destacó.
Mirar hacia adelante se vuelve complejo porque hay sectores de la sociedad que siguen alentando slogans de hace años que no permiten progresar: “todo lo que tiene que ver con lo macro tiene un consenso bastante extendido sobre que hay que ordenar las cosas y recuperar el equilibrio. En el país tiene mucho espacio las utopías regresivas de vivir con lo nuestro o liberarnos, aunque no sabemos de que. Son consignas de hace 40 años que movilizan a un sector de la sociedad. La responsabilidad la tiene la clase política porque tiene que lograr esto y armarlo. La sociedad está impaciente y no se si para el 2023 tendrá la paciencia que tuvo hasta ahora”.
Lograr las bases de consenso de la sociedad para Jacobs se vuelve un dato clave para la aplicación de políticas a largo plazo pero también se debe tener el panorama cubierto en distintos ámbitos con problemas básicos: “podes tener el mejor gobierno pero si no tenes resueltos los temas de base en educación y salud, es muy difícil que se puedan modificar los temas. Hay que buscar los consensos para que los poderes de veto tengan que guardarse y no manifestarse en su plenitud como pasó al final de la pandemia en el gobierno de Buenos Aires cuando se dieron cuenta que tenían que volver a clases porque el reclamo de la sociedad era ese y se escuchaba muy fuerte”.
Hoy la revelación del dinero que representa el subsidio a Aerolíneas Argentinas, ha generado mucho alboroto pero en distintas empresas sucede lo mismo sin tanto impacto: “hace unos 15 días salió un trabajo que analizaba las concesiones del estado y AISA tenía un déficit tres veces más grande que el de Aerolíneas, pero nadie habla de eso. Cuando comenzamos a hacer el rosario de todas las cosas que hay que cambiar, no avanzas y te aparecen las minorías intensas que te hacen de una propuesta, una crisis como paso con el yacimiento de plata”.