EE UU blinda la neutralidad en la Red

La FCC aprueba las medidas más sólidas para proteger la igualdad de todos los usuarios.

Tom-Wheeler-presidente-FCCLa Comisión Federal de Comunicaciones de Estados Unidos brindó hoy una importante victoria a la Administración Obama y los defensores del principio de igualdad entre todos los usuarios de Internet. En una votación esperada desde hace varios años, una mayoría de tres comisarios contra dos decidieron regular a favor de la norma conocida como “neutralidad en la Red”.
La pugna entre las empresas surgidas en las dos últimas décadas y las gigantescas compañías proveedoras de acceso a Internet suscitó una de las mayores campañas para decidir el futuro de la Red. El pasado mes de noviembre el presidente Obama se pronunció públicamente en defensa de la decisión que ha tomado finalmente la FCC. El organismo, desbordado por el debate en la calle y en Internet, recibió casi cuatro millones de cartas de ciudadanos postulándose a favor y en contra de la normativa.
La FCC, una comisión independiente del Gobierno de EE UU y que está encargada de regular la industria de las telecomunicaciones, ha accedido finalmente a clasificar el acceso a la red como un “bien público”. Hasta ahora estaba considerado un servicio de información, por lo que el organismo carecía de competencia para obligar a las compañías a tratar cada una de las conexiones de los ciudadanos con el mismo principio de igualdad que rige las llamadas de teléfono, para las que no se puede ofrecer un trato prioritario.
La nueva clasificación de las conexiones a Internet supone que ningún usuario ni empresa podrá pagar ni cobrar para recibir un trato prioritario, descargando datos a mayor velocidad o discriminando en contra de contenidos de la competencia. El “Internet de dos velocidades”, como se había calificado esta posibilidad, ha sido derrotado.
“La garantía de la neutralidad en la red consiste en preservar la competitividad darwiniana entre todos los posibles usos de Internet de manera que sobrevivan los mejores”, escribió Tim Wu, el profesor de la Universidad de Columbia que acuñó el concepto hace más de una década. Entonces, Wu ya advirtió que el principio que ha garantizado el florecimiento de toda una industria basada en la Red sería también uno de los más difíciles de proteger.
Las empresas proveedoras de acceso a Internet, responsables en muchos casos de la inversión económica y tecnológica para mejorar y acelerar las conexiones, defienden que parte del coste que asumen debería ser trasladado también a los usuarios. Este sector, formado por las compañías de televisión y telefonía como AT&T, Comcast o Verizon, está en contra de la neutralidad y de la clasificación de Internet como un bien público.
En el bando contrario se encuentra desde el presidente Obama hasta organizaciones en defensa de los derechos civiles y empresas surgidas en la era digital como Twitter, Tumblr, Amazon, Yahoo! Netflix o Etsy. Defienden que sin el principio que defiende la igualdad de todos los usuarios y que garantiza que ningún creador debe pedir permiso antes de comercializar un nuevo producto digital, no conoceríamos ninguno de estos servicios que han revolucionado desde nuestra manera de adquirir productos hasta el consumo de información y cultura.
El poder económico del primer bando, capaz de liderar las más poderosas campañas de lobbying para lograr legislación a su favor en el Congreso, se ha visto desbordada por iniciativas ciudadanas en Internet. Millones de usuarios respondieron a la llamada de pequeñas compañías que vieron como un caso judicial entre Verizon y la FCC amenazaba el contexto en el que funciona la Red en la actualidad. La Comisión perdió en los tribunales su autoridad para decir a la empresa proveedora de cable e Internet que no podía discriminar contra algunos clientes, una derrota que abrió el debate cerrado este viernes y que apuntala la igualdad en Internet.
Republicanos y demócratas han seguido de cerca las negociaciones en los despachos de la FCC y a partir de ahora podrían regular el principio de neutralidad por la vía legislativa. Mientras que los demócratas han decidido esperar la decisión de la Comisión, los republicanos -defensores de un Internet de dos velocidades, como los grandes proveedores- podrían aprovechar su nueva mayoría en las dos Cámaras para desafiar la nueva normativa y alargar aún más el debate más intenso desde la creación de la Red por Tim Berners-Lee.