Se llama PREF y contiene códigos que permiten identificar al equipo, seguir sus visitas en Internet y recordar las preferencias de configuración. El diario The Washington Post publicó esta semana las nuevas filtraciones de Edward Snowden.
Las cookies fueron diseñadas como una herramienta tecnológica que recuerda las preferencias de los usuarios de Internet para darles un mejor servicio. Desde avisos personalizados hasta la posibilidad de no tener que escribir el nombre y la contraseña cada vez que se entra al servicio de webmail. Sólo eso bastaba para despertar la suspicacia de muchos usuarios que sentían vulnerada su privacidad por empresas como Google, con una de las mayores redes de publicidad digital, y cookies, de la Web. Esta semana el diario The Washington Post publicó otro uso posible de las cookies aún más temible, cuando informó que la Agencia de Seguridad Nacional de EE.UU. (NSA) las emplea para espiar a usuarios de Internet.
Según filtraciones del ya famoso ex analista de la NSA, Edward Snowden, la cookie más mencionada en los documentos de la NSA es la llamada PREF, de Google. No almacena datos personales del usuario, como su mail o nombre, pero sí contiene códigos que permiten identificar al equipo, seguir sus visitas en Internet y recordar preferencias de configuración. Según el informe de The Washington Post, en manos de los hackers profesionales de la agencia de espionaje, estas cookies le están permitiendo a la NSA la explotación remota de equipos sospechosos.
El conjunto de documentos publicados por el diario revela, además, que la NSA utiliza los datos de geolocalización (GPS, los obtenidos con redes Wifi o datos de torres de comunicación móvil) de los iPhone y de los teléfonos con Android, el sistema operativo de Google. Esta técnica, que la NSA llamada Happyfoot, es incluso más precisa para ubicar a un usuario en el planeta que la otra, también empleada por la NSA, de usar la información provista por las torres de comunicación móvil de 5.000 millones de dispositivos en todo el mundo.
La NSA envió un comunicado al diario estadounidense para insistir en que trabaja conforme a la ley y solo vigila a “adversarios extranjeros” para entender sus comportamientos y proteger a “estadounidenses inocentes”. El tribunal secreto creado por la Ley de Vigilancia de Inteligencia Extranjera (FISA) permite a la NSA recolectar información de “cookies” y las empresas de Internet deben entregarle esa información si hay una orden judicial que lo permita.